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España España · Zaragoza
Voto de Strelnikov:
6
Serie de TV. Intriga. Thriller Serie de TV (2017). 16 episodios. Juan Elías, brillante abogado y profesor universitario, está casado con una jueza y tiene dos hijos. Un día, aparece vagando por una carretera en estado de amnesia total. Cuando horas después la policía localiza su coche accidentado, encuentra en su interior el teléfono móvil y restos de sangre de su sobrina y alumna, a la que nadie ha vuelto a ver desde el accidente. El padre de la chica moverá cielo y ... [+]
14 de febrero de 2017
16 de 27 usuarios han encontrado esta crítica útil
-SPOILERS DE LOS OCHO PRIMEROS MINUTOS DE LA SERIE- OCHO y ni uno más

En una Cataluña virtual donde no se habla catalán ni hay esteladas, un tipo amnésico que no recuerda nada de nada, con traje -pero sin documentación- aparece herido en una carretera. Original ¿no?. En el hospital aparece su esposa, que se imaginaran preocupadísima por su marido, antes desaparecido y ahora herido. Pues NO. La esposa es una soviética Blanca Portillo que observa fríamente a su marido a una distancia de tres metros:
¿Eres mi mujer?
Si
Lo siento... no...
¿Estás bien, aparte de la memoria?
Así de soviética, como la cara de la Portillo, ni cariño como estás ni abrazos ni mariconadas, tal vez porque la Portillo, aparte de esposa soviética es juez. Bueno pues resulta que el buen señor, que es nada menos que catedrático de la universidad y se llama Juan Elías, ha tenido un accidente en su coche y ha desaparecido su sobrina Ana -o Anna- que viajaba con él y con la que se llevaba de puturrú de fua. Inmediatamente le acusan del ASESINATO de su sobrina (el guionista sabrá por qué, yo aún lo intentó comprender). Pero tranquis que le acusan de asesinato pero lo dejan libre, igual porque su esposa es la juez soviética y el trato de favor y eso..
Luego hay un bufete de jóvenes abogados enrollados. Aida Folch va en bici -no por el carril bici sino por donde le peta, en plan Verano Azul- y da muuuuy buen rollo aunque siempre lleve la misma camisa, con su abuela de anuncio de Tarradellas y tal. Los jóvenes abogados trabajan en un mega loft de unos mil metros cuadrados en el centro de Barcelona (como cualquier joven abogado) que incluye un picadero donde el de Victor Ros se tira a Eva Santolaria, que interpreta a una fiscal imposible y que sale en sujetador en la primera escena, tal vez para recordarnos aquellas camisetas ajustadísimas de “Compañeros” y para mostrarnos que la Santolaria sigue estando turgente. Bueno, pues este bufete es contratado por el padre de la asesinado-desaparecida, rector de la Universidad (aquí hay todo un mundo de la alta burguesía catalana), que odia a muerte a su cuñao-asesino y que en lugar de contratar a un abogado prestigiosísimo del bufete Pedrol Rius Bofarull i Santescases (es un suponer)se decide por los jóvenes abogados enrollados para que lleven la acusación y los recibe en su casa, porque parece que estos no reciben a los clientes en su despacho, como todos los abogados, sino que van a domicilio, lo que me hace preguntarme para que quieren esa nave inmensa donde trabajan-fornican. Fin de mis desvaríos y de los spoilers.
Bueno, pues la serie, a pesar de que empieza así y sigue de la misma forma es entretenida. Tal vez porque está muy correctamente filmada y muy correctamente interpretada, con excepciones que sería largo de relatar. Digamos que los mayores están mejor que los jóvenes, como casi siempre, aunque yo pongo a Aida Folch en el grupo de los buenos. Así que esperaremos ese, oh sorpresa, giro final -o doble o triple giro- que a buen seguro tendremos; y el inevitable culpable que es inocente y el inocente que es el culpable, que no creo que sea el señalado porque es un tipo progre, enrollado y follarín (si, si, el Elías y no digo con quién) y un par de revelaciones sorprendentes e inesperadas, que llevamos esperando desde el minuto uno y el inevitable enredo de la trama según avancen los capítulos, donde aparecerá gente y más gente que llevará la trama para aquí y para allá, para desenredarse todo en los dos ultimos capítulos, entre carreras y persecuciones policiales y... colorín colorado.
En serio, se puede ver y es entretenida dentro de su inverosimilitud. Pero vamos, me da a mí que el Elías no ha sido. A mí me da más miedo la soviética.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama. Ver todo
Strelnikov
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