Haz click aquí para copiar la URL
Voto de Daverunner:
4
Drama. Comedia A principios de los años setenta, una época de gran agitación social con la encarnizada lucha por los derechos civiles como telón de fondo, Ron Stallworth se convierte en el primer agente negro del departamento de policía de Colorado Springs. Pero es recibido con escepticismo y hostilidad por los mandos y algunos de los agentes. Sin amedrentarse, decide seguir adelante y hacer algo por su comunidad llevando a cabo una misión muy ... [+]
10 de noviembre de 2018
16 de 18 usuarios han encontrado esta crítica útil
En el año 2006, Spike Lee rodaba su última gran película, Plan oculto. Desde entonces, el cineasta neoyorquino ha realizado una insustancial travesía repleta de documentales, mediometrajes, remakes y algún que otro filme, todos ellos trabajos insulsos y carentes de la personalidad que hace ya mucho tiempo este director demostró.

Los días de gloria de Lee quedan lejos y este año, con el estreno de su último largometraje, existía la posibilidad, la esperanza, de reverdecer viejos laureles. Infiltrados en el KKKlan se estrenaba en nuestro país con el aval de las buenas críticas recibidas en EEUU y con un galardón importante en el Festival de Cannes: el Gran Premio del Jurado.

Una vez vista la película te das cuenta que todo esto son paparruchas. Lee tenía una historia bastante atractiva en sus manos que no ha sabido aprovechar. La historia real de dos policías de Colorado Springs, uno negro -John David Washington- y otro judío -Adam Driver, Paterson- que consiguieron infiltrarse en el Ku Klux Klan en la década de los 70.

Unos primeros 45 minutos bastante interesantes y el trabajo de los actores es lo que se salva de la obra. Una película desperdiciada por el afán de su director de llevar al paroxismo un tema tan importante como el racismo. Por intentar manipular al espectador presentándonos a unos tipos, los del Klan, como los más imbéciles y peligrosos del país. Porque si bien lo segundo puede ser cierto -estos tipejos eran alimañas sin escrúpulos, que extendieron su odio por parte de EEUU-, lo segundo no. O al menos no de la forma que se nos presenta en la película.

Lee intenta caricaturizar a estos extremistas y en ocasiones acaricia la parodia. Hay escenas que rozan el ridículo y el esperpento zafio, especialmente hacia el final, con un desenlace torpe y atropellado, que parece improvisado. Y tras esa conclusión ingenua, el cineasta neoyorkino nos enseña imágenes actuales, reales, de archivo, todas ellas durísimas en las que enlaza todos los mensajes explícitos que ha ido soltando durante las dos horas anteriores. Unas secuencias en las que une el actual auge de algunos grupos cercanos al Klan con la llegada de Trump al poder.

Porque una vez vista la película, está claro que esa denuncia que Lee realiza sobre la actual situación de la población negra en EEUU no puede ser concebida como subliminal. Cualquier trabajo anterior del director relacionado con el racismo -Fiebre salvaje, Haz lo que debas, La marcha del millón de hombres- es mucho más interesante que este Infiltrados en KKKlan.

Más sobre esta y otras películas en el blog: www.argoderse.com y en la página de facebook: argoderse
Daverunner
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow