Basada en una historia real, ¡Tú la llevas! es una trepidante y alocada comedia, que mantiene al espectador con una constante sonrisa durante gran parte del metraje. Repleta de situaciones hilarantes y en algunos casos llegando a rozar lo esperpéntico, propio de un argumento a simple vista tan absurdo, la película combina de forma muy certera un gran número de gags, exagerados en algunas ocasiones sin llegar a lo grotesco, con diálogos cargados de ironía.

Pero por debajo de esa gruesa capa formada por un efectivo humor físico, que podría convertir la película en una comedia ligera sin más, subyace la parte humana de la obra. Esa tradición de jugar cada mes de mayo al tú la llevas te llega y consigue conmoverte. Sin artificios, sin ser naif, la historia de estos amigos, que siguen jugando como niños para no perder el contacto, consigue elevarse hacia el final del filme dejando un poso bastante agradable en el espectador. En conjunto, se erige como un ingenioso y emotivo homenaje a la amistad.

Gran parte de culpa del éxito del filme reside en el trabajo interpretativo. Un casting con caras conocidas como Jeremy Renner o Jon Hamm, que normalmente destacan en papeles más alejados de la comedia, con otros que se encuentran en su salsa en este tipo de producciones -Isla Fisher y Ed Helms-. Pero por encima de todos sobresalen el siempre notable Jake Johnson, un auténtico robaplanos en todas las películas en las que participa y Hannibal Buress. En conjunto, se nota que todos los intérpretes han disfrutado y se han divertido durante el rodaje como si fueran críos.

¡Tú la llevas! pasó completamente desapercibida para el gran público ya que se estrenó directamente en el mercado del dvd. Que no pasara por la grandes salas de nuestro país es algo que queda en el haber de las distribuidoras, ya que se trata de una comedia superior a las que suelen llegar a nuestros cines. Quizá el título en español tuviese poco gancho o directamente la hiciese parecer una comedia tonta sin más. Algo que ya sucedió con, por ejemplo, Supersalidos, cuya traducción del original, que alejó a gran parte del público, engañaba respecto al espíritu del filme.

No obstante, y a pesar de la torpeza de las compañías distribuidoras, no es tarde para recuperar una de esas pequeñas e inadvertidas películas -por ejemplo, en Netflix, HBO y Amazon-, que de vez en cuando caen en nuestras manos y que, con algo más de hora y media de disfrute, divierte y reconforta. Recomendable desde el inicio hasta los originales títulos de crédito. Que la disfrutéis.

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