Cuando visitando páginas de cine me encontré con esta perla no daba crédito, el título de un clásico del maestro de kung fu con un bicho raro, surfistas católicos y producción española, posiblemnte me encontraba ante algo que superara a Rob Schneider.

Acertadamente la enfoque desde un prisma diferente, quizá toda esa cutrez era provocada y podía reirme un poco una tranquila tarde de Agosto.

Me senté en el sillón y no pude evitar esbozar una sonrisa al ver la cutrez que tenía delante de mi, con unos personajes ridículos, unos ninjas penosos, unos surfistas católicos y una banda sonora de vergüenza ajena

Pero me quedaba lo mejor, una escena que no olvidaré nunca, la aparición del personaje mas ridículo de la historia de cine, un pseudo-monstruo indescriptible con un disfraz roto y un final delirante.

La película consiguió su objetivo, hacerme pasar un buen rato y si para eso tienen que recurrir a lo cutre y lo friki bienvenido sea.