Demencial película con un Will Smith al que se le debe caer la cara de vergüenza cada vez que le hablan de ella.

Es increible que el mismo actor que ha hecho actuaciones como la de El Principe de Bel-Air(no os riais,en su registro bordó el papel ) o En Busca de la Felicidad pueda hacer una película en la que lucha con el sueño de un guionista perturbado, como relata Kevin Smith en una conferencia sin desperdicio.

En el fondo duele ver películas como esta con tanto gasto y tan poco que te aporte, de hecho ahora mismo solo me acuerdo de la canción más o menos(que no es que sea de Ennio Morricone),de la aparición de Carlton con calzador y por supuesto, de la araña gigante.