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Voto de Ford Farleine:
4
2 de diciembre de 2017
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hubo un tiempo en el que ver a Robert De Niro en el reparto de un film era casi sinónimo de que ibas a ver un producto de calidad. Por desgracia, ahora es sinónimo de todo lo contrario. En esta ocasión, hace de capo mafioso dueño de un casino, lo que hace que nos recuerde a su papel en la obra maestra de Scorsese, pero por desgracia, las referencias paran ahí.
Una película un poco bastante regulera. Un trabajador del casino que hace trucos de magia también y que por lo visto antes fue casi socio del personaje de De Niro pero que lo dejó porque tiene buen corazón, se ve forzado a atracar el casino porque su hija está muy enferma y no tiene dinero para pagar el tratamiento. Este personaje está interpretado por Jeffrey Dean Morgan y se me olvidaba decir que también fue militar. Luego hay otro empleado del casino que es interpretado por Dave Bautista que tiene pocas luces y que se cree el auténtico cerebro de la operación, son perseguidos por una policía que pasa de ser una simple patrullera a investigar por su cuenta como si fuera Colombo y su superior que es un guaperas poniendo poses y caritas de tipo interesante y es el que hacía se Zack Morris en “Salvados por la campana”.
En un momento dado, los atracadores se meten en un autobús y cogen como rehenes a los pasajeros y es cuando la película quiere parecerse a “Speed” pero cualquier parecido con la cinta de Jan de Bont es pura coincidencia. Así, los minutos van pasando hasta llegar a un final realmente infame que pone un colofón desastroso.
En definitiva, una película que no es muy allá, la verdad. Y todo trufado con frases que quieren ser ingeniosas (“¿Polis? Aquí los ladrones”) y con la música atronando a todo trapo casi todo el metraje.
Una película un poco bastante regulera. Un trabajador del casino que hace trucos de magia también y que por lo visto antes fue casi socio del personaje de De Niro pero que lo dejó porque tiene buen corazón, se ve forzado a atracar el casino porque su hija está muy enferma y no tiene dinero para pagar el tratamiento. Este personaje está interpretado por Jeffrey Dean Morgan y se me olvidaba decir que también fue militar. Luego hay otro empleado del casino que es interpretado por Dave Bautista que tiene pocas luces y que se cree el auténtico cerebro de la operación, son perseguidos por una policía que pasa de ser una simple patrullera a investigar por su cuenta como si fuera Colombo y su superior que es un guaperas poniendo poses y caritas de tipo interesante y es el que hacía se Zack Morris en “Salvados por la campana”.
En un momento dado, los atracadores se meten en un autobús y cogen como rehenes a los pasajeros y es cuando la película quiere parecerse a “Speed” pero cualquier parecido con la cinta de Jan de Bont es pura coincidencia. Así, los minutos van pasando hasta llegar a un final realmente infame que pone un colofón desastroso.
En definitiva, una película que no es muy allá, la verdad. Y todo trufado con frases que quieren ser ingeniosas (“¿Polis? Aquí los ladrones”) y con la música atronando a todo trapo casi todo el metraje.
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
• Hay dos cosas bastante difíciles de comprender: vale que el personaje de Jeffrey Dean Morgan es un tipo apañado y demás, pero de ahí a que todos los rehenes le ayuden a irse de rositas con los millones y que no lo denuncien… no sé yo. El giro con el Zack Morris este es un poco lamentable, y tampoco entiendo muy bien cómo es posible que el personaje de Robert De Niro le negara el dinero para curar a su hija a un tipo que había sido su mano derecha pero luego le parece mal cuando su esbirro amenaza al protagonista con hacerle daño a su niña. Y eso por no hablar de que ladrón y policía empiecen a coquetear.