A veces el buen hacer , academicismo y sobriedad del cine y seriales británicos, de los que soy devoto seguidor, se vuelve en su contra, como es el caso de "Suite Francesa". Lástima de oportunidad perdida. Una muy buena historia de amor que salva las barreras del odio, la intolerancia, la brutalidad y los prejuicios. El problema es que se trata con comedimiento, con autocontrol , con la típica flema británica que , en este caso, empequeñece , al ponerle límites, una historia de pasión entre dos personas , almas gemelas en lo espiritual, pero enfrentados por sus circunstancias en lo personal. Los aspéctos técnicos, como buen cine británico , impecables: fotografía, iluminación, vestuario e incluso los detalles como insignias de regimiento, vehiculos militares y equipamiento de la época, localizaciones ,etc; el problema es que la historia de amor queda opaca, plana, translúcida, deglutida por unas actuaciones notables (destaco especialmente el papel de suegra , víctima de sus frustaciones ,de la moral que se le exije, de Kristin Scott Thomas) pero cuya historia romántica se desvance entre las notas de piano de la propia Suite francesa