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Voto de Francisco Javier Millan:
8
7,1
31.675
Animación. Comedia. Infantil La moderna metrópoli mamífera de Zootrópolis es una ciudad absolutamente única. Está compuesta de barrios con diferentes hábitats como la lujosa Sahara Square y la gélida Tundratown. Es un crisol donde los animales de cada entorno conviven, un lugar donde no importa lo que seas. De hecho puedes ser cualquier cosa, desde un elefante enorme hasta la musaraña más diminuta. Pero cuando llega la optimista agente Judy Hopps, descubre que ser ... [+]
16 de febrero de 2016
10 de 10 usuarios han encontrado esta crítica útil
Una de las principales bazas con las que ha jugado siempre Disney, es esa sensación de maravilla con la que nos invade, cada vez que nos muestra un nuevo universo narrativo. Los creativos de la casa del ratón Mickey han logrado grandes éxitos gracias a esta habilidad, véase por ejemplo “El rey León” o “Aladdin”, cuyos ecos todavía resuenan en buena parte del público actual.
Ya en pleno siglo XXI y, con la influencia de Pixar como motor principal de esta industria, Disney nos ha ofrecido auténticas joyas animadas: desde la maravillosa “Enredados”, a esa obra maestra musical llamada “Frozen”, que con gran fuerza, cada año que pasa, logra más y más seguidores.
Iniciamos la temporada “animada” con un nuevo título, cuyos protagonistas, siguen la tradición antropomórfica de todo un universo animal. Los espectadores volverán a recuperar la capacidad de asombro en buena parte de su arranque, siguiendo las andanzas de una coneja, que quiere convertirse en una agente de policía en la gran ciudad que da nombre a la película. A medida que el tren viaja por los diferentes ambientes de la urbe, entraremos directamente en un túnel que nos hará volver a nuestra infancia y a esa capacidad de maravillarnos que hemos perdido. El film tiene un trabajo de diseño espectacular, de dejarnos con la boca abierta, de la misma manera que cuando éramos niños, íbamos descubriendo el mundo que nos rodeaba.
La magnífica introducción entronca con los grandes clásicos, al igual que lo hace el desarrollo de los protagonistas y secundarios. Todo está cuidadosamente medido. Tras la misma, nos adentramos en una trama policiaca con aires a “Canción triste de Hill Street”, logrando dentro de su sencillez, atraparnos sin excesivos esfuerzos. La película en este punto ya nos tiene cogidos, y no nos dejará escapar hasta el final.
Disney crea un nuevo clásico, cuyo único peligro radica, en las grandes posibilidades que ofrece a la hora de producir secuelas y series de televisión. Mientras éstas llegan, disfrutemos de uno de los mejores espectáculos animados de los últimos años.
Francisco Javier Millan
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