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Voto de Francisco Javier Millan:
7
Thriller. Acción. Drama En la zona fronteriza que se extiende entre Estados Unidos y México, la joven Kate Macer, una idealista agente del FBI, es reclutada por una fuerza de élite del Gobierno para luchar contra el narcotráfico. Bajo el mando de Matt Graver, un frío miembro de las fuerzas gubernamentales, y de Alejandro, un enigmático asesor, el equipo emprende una misión que lleva a la mujer a cuestionarse sus convicciones sobre la guerra contra los narcos y ... [+]
25 de noviembre de 2015
1 de 1 usuarios han encontrado esta crítica útil
Dennis Villeneuve firma la que es probablemente su película más contundente hasta la fecha. Un relato que se maneja de manera impecable entre el western de frontera y el policiaco de manual, mostrándonos (agarrándonos a la butaca) la encarnizada lucha contra el narcotráfico en Juárez. Una ciudad en cuyo horizonte reza la siguiente frase: “La Biblia es la verdad. Léela”.
Uno de los entornos más hostiles de México, y del planeta, donde las guerras de bandas y negocios de la droga provocan un estado de sitio casi permanente.
El director muestra los sucesos desde la fragilidad de una agente local, enrolándola en una misión que va más allá de su ejercicio del deber y sus posibilidades personales. Un personaje asumido con gran convicción por Emiliy Blunt, en cuyo rostro el dolor se verá reflejado en más de una ocasión.
Aunque a decir verdad, su presencia se ve completamente eclipsada por un enorme Benicio del Toro. Su rol termina redirigiendo el argumento hacía su figura, gracias al magnetismo y suspense que transmite por partes iguales.
Pero la dueña de la función es la ejemplar planificación de sus escenas de acción. Una acción sostenida y para nada exagerada, que provoca una sensación constante de amenaza, con una tensión que se puede cortar directamente con un cuchillo.
La introducción inicial y la descripción del paso fronterizo en su primer acto, es de lo mejor de una cinta, que a pesar de moverse por lugares comunes, logra despertar en sus imágenes una originalidad no muy habitual en el cine comercial. Un estilo heredado en buena medida de Michael Mann y Steven Soderbergh en sus mejores tiempos.
De todo ello, me quedo principalmente con ese ambiente desértico, y con esas noches recortadas con ráfagas de fuegos artificiales mortales, bajo los pies del gran gigante norteamericano.
Eso sí, curioso observar, casualidad o no, esos planos aéreos que parecen sacados directamente de “La isla mínima”. Aquí cambiamos las marismas y el Coto de Doñana, por el terreno ondulante de una región donde la humanidad ha perdido por completo la batalla.
Francisco Javier Millan
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