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Voto de Francisco Javier Millan:
5
Thriller. Drama Adam Cassidy (Liam Hemsworth), un joven de 26 años, odia su trabajo en la compañía tecnológica Wyatt Corporation. Cuando manipula el sistema para ayudar a un amigo, es acusado de un delito federal. Su jefe Nicholas Wyatt (Gary Oldman), le propone un trato para evitar la cárcel: infiltrarse en la compañía de Jock Goddard (Harrison Ford), antiguo mentor de Wyatt, y actuar como espía industrial. Adam acepta y logra ascender rápidamente, ... [+]
7 de marzo de 2014
7 de 7 usuarios han encontrado esta crítica útil
Thriller con el marco tecnológico y económico actual, aunque con ciertos elementos de futuro cercano en lo referente al uso de los teléfonos móviles en un mundo globalizado.
No deja de ser un mero entretenimiento funcional repleto de tópicos intrascendentes, cuyo único atractivo reside en reencontrarse con Harrison Ford y con un enorme (como siempre) Gary Oldman, que vuelve a activar el modo villano tras interpretar personajes más heroicos.
Cada vez que Oldman aparece, la película sube enteros, y aunque el duelo interpretativo con Ford se ve un tanto diluido, nos hace disfrutar con bastante plenitud de su despiadado hombre de negocios.
La película nos habla de dinero y de la línea que existe entre el mundo de los ejecutivos y el resto de la población, en una sociedad como la estadounidense donde una de sus mayores lacras es el problema sanitario y social.
El sueño americano de toda la vida pero tirado por los suelos, en un título irrelevante que se ve con agrado y con un buen arranque, pero con bastantes lagunas y tiempos muertos en su tramo intermedio.
Eso sí, produce bastante terror como unos pocos quieren controlar nuestras vidas y nuestra ubicación, gracias a esos dispositivos que llevamos en nuestros bolsillos. Y como el sector de los smartphones y las redes sociales provocan una despersonalización de nuestra sociedad actual y una ruptura completa de todo atisbo de confidencialidad y privacidad.
Pero toda esta reflexión se queda en segundo e incluso tercer plano, ya que no esperéis una película profunda y ni mucho menos un torbellino como el de “El lobo de Wall Street”, sino más bien un thriller “directo a videoclub” con grandes actores secundarios.
Pasará merecidamente desapercibida.
Francisco Javier Millan
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