Repasando las películas que he visto de Terry Gilliam, que ya son unas cuantas, "12 monos" es a la que mayor puntuación le otorgaría. Me resulta una película entretenida, con un buen ritmo, a la que los años le han tratado bastante bien, lo que ya de por sí tiene mérito. Evidentemente no está exenta del surrealismo y las excentricidades de Gilliam, de sus close-ups, de las tomas con “ojo de pez”… y sin ser uno de mis directores favoritos, reconozco que es un director de género.

De la película destaco la atmósfera que crea, así que premio la dirección artística. En cuanto al guion, no creo que descubra nada nuevo, sin embargo, la temática supone en la mayoría de los casos “una carta ganadora” y si además le sumas a un Bruce Willis en la cumbre, ya tienes un blockbuster casi asegurado. En el apartado de las interpretaciones también tenemos a una Madeleine Stowe a la que hemos echado demasiado de menos en el siglo XXI… creo que se podría haber exprimido mucho más, en general, no sólo en esta película.

En cuanto a Brad Pitt, nominado por esta película al Oscar y ganador del Globo de oro, me parece destacable su papel porque supo romper con el canon de “niño guapo de Hollywood” que se había labrado en “Thelma y Louise” (1991), “Amor a quemarropa” (1993), “Leyendas de pasión” (1994), incluso como vampiro en “Entrevista con el vampiro” (1994). Después ya vendrían grandes papeles, pero con esta interpretación se reivindicó y recuerdo en su momento como muchos lo alabamos. Es cierto que ahora hemos visto a muchos actores interpretando magistralmente a personas “con pensamientos divergentes” (como dicen en el film) y quizá no sorprenda tanto como en su momento (por cierto, Brad Pitt reniega de su actuación en “12 monos”).