Si os digo… “Who you gonna call?”, no hay otra respuesta posible que “Ghostbusters!”. Esta simpática comedia fantástica de 1984 celebra hoy el 30 aniversario de su estreno en cines. Cada cosa en su sitio, sabemos que no es la mejor película de la historia del cine ni mucho menos, pero tiene el mérito de haberse convertido en uno de los títulos de cabecera de una generación, y por ello hoy hablaremos de ella.

Esta combinación de éxito, en taquilla y en la cultura pop de los 80-90, dirigida por Paul Feig, está formada por un cúmulo de elementos de alta calidad, como la banda sonora, obra de Elmer Bernstein e interpretada por el gran Ray Parker Jr., canción la cual fue homenajeada con el BAFTA ’85, consiguiendo tal fama que al poco tiempo del estreno de la película, se editó el álbum con toda la banda sonora de Ghostbusters.

Esta loca historia arranca cuando tres parapsicólogos son expulsados de la Universidad de Columbia, momento que usan para cambiar sus vidas y crear una empresa “Ghostbusters” que pudiera ayudar a sus vecinos con esas extrañas visitas y apariciones (normalmente nocturnas) difíciles de explicar. A partir de aquí, usando tecnología puntera para capturar estas manifestaciones ectoplasmáticas y su fe en su idea empresarial comienzan una lucha por hacerse un hueco (y no morir asfixiados por las deudas) en el mercado y conseguir así, elevar su credibilidad. Tras un duro inicio, conocen a su primera clienta, Dana Barret (Sigourney Weaver) quien les introduce en un “caso” mucho más complejo de lo que se puedan imaginar y que logrará ponerles a prueba, teniendo que proteger, nada más y nada menos, que el devenir del mundo.

Pronto el negocio comienza a despegar, y se introducen a otros personajes de gran carisma como el nuevo Cazafantasmas Winston (Ernie Hudson), y a la peculiar secretaria Janine (Annie Potts).

“Los Cazafantasmas”, con su historia de lo paranormal, se adapta perfectamente a la parodia que se plantea mediante recursos como los “mocos” que harán las veces de residuos ectoplasmáticas, o incluso el variopinto carácter de los protagonistas: Ray Stantz (Dan Aykroyd), hace las veces del científico tímido pero brillante que, a su vez, forma una peculiar pareja interpretativa con Egon Spengler (Harold Ramis), científico también pero con un corte más socialmente inadaptado, lo que no niega su sentido del humor un poco nerdy. Ellos dos forman el cerebro, que es compensado con el carisma y la “poca vergüenza” de Peter Venkman, interpretado por el genial Bill Murray, que se constituye en el cabecilla, y se encargará de mantener el ánimo en el grupo y de las relaciones personales, especialmente con la señorita Barret (Sigourney Weaver), esa misteriosa clienta que le tiene obnubilado. Este cuadro se remata con el nuevo fichaje del grupo, Winston (Ernie Hudson), que pone el toque más religioso, nos muestra el impacto que supone ver real todo lo que se suponía mitología.

Como muchos títulos de éxito de la época fue continuado por la secuela “Los Cazafantasmas 2” (1989), de Ivan Reitman, con el mismo elenco y continuando con la historia de la que parte la original, en este caso el grupo, aunque disuelto, vuelve al trabajo para ayudar a Dana con un problema con su bebé, otra vez los acontecimientos serán más graves de lo planteado, lo que les hará verse envueltos por otro misterio que solo ellos pueden solucionar. Aunque disfrutó de un fin de semana muy taquillero, poco le duró el éxito, quedando muy por debajo de la recaudación, la fama y la crítica de la original (segundas partes nunca fueron buenas, dice el dicho popular).

No se escapó a la moda de las secuelas, pero tampoco se va a escapar de esta nueva moda actual de los remakes, y es que Paul Feig está preparando una nueva versión de la saga, pero él, al menos, alguna novedad quiere introducir, y quiere que esta vez las protagonistas sean mujeres.

Cinemásticas, haz hueco en tu calendario.

https://cinemasticas.wordpress.com/2014/12/06/los-cazafantasmas-1984/