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Voto de antonio lopez herraiz:
9
Terror La estudiante de filosofía Kathleen Conklin (Lily Taylor) es mordida por una mujer vampiro (Annabella Sciorra), lo que provoca cambios decisivos en su persona, convirtiéndose en una yonkie ávida de sangre para calmar la insaciable sed que la atenaza. Incapaz de rebelarse ante su nueva condición vital que la domina por completo, la desconcertada joven buscará comprender el auténtico alcance del fenómeno, al mismo tiempo que intervendrá ... [+]
3 de agosto de 2022
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A Ferrara volvió a picarle el gusanillo por el terror y la hemoglobina y decidió no soltarlo todavía, pasando del imaginario scifi de invasiones alienígenas al submundo vampírico. Y al igual que Tony Scott unos trece años antes ('El ansia') lo hace apostando por la perspectiva de una posición depredadora femenina de la que asimismo Jarmusch ('Sólo los amantes sobreviven') tomaría ejemplo en 2013 respectivamente en lo que tocaba al entremezclar la iconografía urbana con el mito de las chupasangres (y no digamos el propio Neil Jordan en 'Byzantium' en 2012).
Stephen Norrington también intentó rascar algo de este hedonismo vampírico y suburbial (ante todo el charme de Chris Walken transplantándolo a Stephen Dorff) en los terrenos lúdicos del entretenimiento violento, y ni tan mal le repercutiría en su juguete marvelita de blaxploitation tres años después.
Pero más aún, y sobre todo desde que se revierte la condición de víctima pasiva en el personaje principal de Taylor, 'The Addiction' vira en un retrato encubierto bajo la metafórica reinterpretación terrorífica sobre las epidemias de la toxicomanía y de las enfermedades de transmisión sexual (cuyo auge crecería exponencialmente en los 90's) en un tenebroso videoclip artie que parecía tener marcada a sangre sobre el pescuezo la inscripción 'generación X'.
Abel Ferrara, Nueva York y vampiros urbanitas en la década de los 90... ¡mala mezcla no es! Y por descontado te garantizo que no echarás de menos el color. Aquí estáría de más especialmente.
Y desde luego no voy a ser yo el que rechace una adicción que me encomiende como sucuba a Annabella Sciorra.
Pienso, luego existo.
Peco, luego existo.
antonio lopez herraiz
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