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Voto de antonio lopez herraiz:
8
Ciencia ficción. Acción Ambientada en una sociedad futura. Alex J. Murphy, agente de policía de Detroit, es asesinado en acto de servicio. Para acabar con la delincuencia en la ciudad, las autoridades aprueban la creación de una máquina letal, mitad robot, mitad hombre, a la que llaman Robocop, y para fabricarla utilizan el cuerpo de Murphy. El experimento parece un éxito, pero el policía, a pesar de estar muerto, conserva la memoria y decide vengarse de sus asesinos. (FILMAFFINITY) [+]
31 de octubre de 2020
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
El nuevo miembro de la policía de Detroit Alex Murphy es parte hombre, parte máquina. La últimísima incorporación a la nómina de realizadores europeos en Hollywood, Paul Verhoeven, empezó a ser, desde este mismo instante, parte autor y parte artesano del blockbuster palomitero. A lo que también contribuyó la aportación del sonido poderosamente épico de Basil Poledouris: posteriormente reincidirían juntos, con similar éxito, en 'Desafío Total' (1990) y 'Starship Troopers' (1997). Ed Neumeier firma -junto a Michael Miner- la primera entre sus colaboraciones con Verhoeven para entrar de pleno en la historia de la ciencia ficción contemporánea más cruda, ultraviolenta e irrefutablemente entretenida de los 80 y 90 en productos dotados de un vademecum virtuosamente equilibrado de acción testosterónica, casquería gore a granel y el reconocible sentido del humor -con estética publicitaria que, una década más tarde, reemplearían bajo el envoltorio futurista de 'Starship Troopers'- sazonándolo todo con personajes y situaciones que se mofan ferozmente del capitalismo salvaje, la especulación urbanística y la anarquía descontrolada.
Robocop (1987, Paul Verhoeven) hermana el espíritu del tebeo de evasión pura con la hemoglobina y un salvajismo extremo que rebasan los límites de los 'torture porn' -en ya sabéis qué momento-, lo que no ocurriría con pareja intensidad en sus secuelas cinematográficas y televisivas.
Por cierto, todo fanático que se precie de ser aficionado a la fantasía ochentera le debe agradecimiento y amor eterno a la venerable Martine Verhoeven -la señorísima esposa del interfecto desde 1967- por haber rescatado del cubo de la basura y forzar a leer a su futuro director el guión sobre un agente irlandés tiroteado y acribillado que se convierte en Robocop, el policía el futuro. No puedo evitar fantasear e imaginármela levantándolo y sujetándolo del cuello, exclamando: '¡Vivo o muerto, harás esta película!
antonio lopez herraiz
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