Si debo hacer un comentario sobre esta película deberé primero hacer una advertencia: me aburre el cine iraní de la misma manera que detesto el decadente cine yankie contemporáneo, el cine iraní me aburre.

Quizás sea porque en él no se encuentran formas, procecimientos o asuntos nuevos.
Quizás me aburra porque su narrativa se basa exclusivamente en una historia guionada, algo muy fácil de hacer.
Quizás porque su montaje, dirección, fotografía sean tan convencionales, tan deudores del cine clásico yankie.

Quizás me aburra porque el cine iraní no sea tan iraní sino más cine yankie costumbrista. Por eso seguro que me aburre al tiempo que detesto -y lo detesto profundamente- el proceso de conversión de la cultura iraní al modo yankie. Cosa que se puede ver fácilmente en esta película ¡Recurren a la más cinematográfica obra de teatro de un dramaturgautor yankie como Miller que más que dramaturgo ha sido guionista!

Quizás la pelicula les podrá gustar a algunos (acostumbrados al costumbrismo yankie) pero a mi realmente no me gusta que un pueblo pierda su cultura y menos canjeandola por otra de una nación que los domina y ahora trata de ser hegemónica.