Cuando fui a ver la película no tenía muy claro que es lo que me esperaba. Por un lado pensaba que podía ser la típica superproducción pastelón pero por otro lado pensaba que, por paisajes e historia podía ser algo del estilo de El Paciente Inglés. Desgraciadamente es más de lo primero que de lo segundo.

Tiene una bonita fotografía y maravillosos paisajes, pero está vacía. La insistencia en criticar el trato que se les dio a los aborígenes, queda un tanto en entredicho cuando la Sra. Patrona lo que quiere es transformar al pobre Nullah en un niño blanco, sin respetar su parte indígena.

Cuando acaba la película, si te pones a pensar en que ha pasado te das cuenta en que todo lo cuentan de una forma muy superficial, vacía, llena de tópicos y bastante poco creíble. Es como un collage mal hecho: ahora toca un poco de acción, ahora panorámica del paisaje Australiano, también un poco de romance...

La interpretación de ambos protagonistas es de lo más fría, lo que resulta bastante decepcionante cuando te venden la película como una apasionante historia de amor. Nicole Kidman es completamente inexpresiva con tanto botox y los morritos que se nos ha puesto son de lo más patético. Hugh Jackman, aunque hay que reconocer que está estupendo, tampoco hace una buena interpretación. Por lo tanto, es imposible que haya química alguna entre una pareja de actores que lo único que hacen es lucir palmito.

Se deja ver, pero decepciona.