Álex de la Iglesia es de los pocos directores capaces de hacer una película de estas características. Creo que no se valora lo suficiente el poderoso trabajo que hace el director para la propia imagen del cine español.

No estamos ante la película del año ni nada que nos pueda sorprender a estas alturas, pero mantener la inquietud ya hay que saber valorarlo como merece. Álex de la Iglesia consigue algo mucho más difícil, pasar del terror al thriller sin que nos demos mucha cuenta y sin que el espectador se sienta a la misma vez estafado.

Porque La Habitación del Niño empieza siendo una película de terror, con sus casas encantadas, sus bebés que dan la lata (y miran a la cámara con bastante miedo en la oscuridad) y sus fantasmas que patrullan sin descanso, y acaba siendo un thriller de esos con unos cuantos giros, tantos que acabas un poco perdiendo la orientación. Sin embargo, no se llega al límite de resoplar y criticarla por haberse pasado.

Dichos giros gozan de cierta facilidad para ganarse al espectador. No es que sean imprevisibles, pero tampoco se te da mucho tiempo a pensar en su corta duración. Puede que aciertes el final, pero el camino hasta llegar a él es más improbable.

Recordará a muchas del género, de la misma manera que muchas del género recordarán a ella. A veces pienso que el Terror como género está tan establecido que ya nos empezamos a conformar con que se nos cuente una historia que nos haga prestar la atención. Álex de la Iglesia no revoluciona el género, pero está al nivel en esta película del resto de intentos que hemos visto en los últimos años.