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Voto de Cinemagavia:
8
Romance. Comedia La neoyorquina Rachel Chu es invitada por su novio, Nick Young, a la boda del mejor amigo de éste en Singapur. Emocionada por visitar Asia por primera vez, pero también nerviosa ya que conocería a la familia de Nick, lo que Rachel descubre es que Nick ha olvidado mencionar que no solo es el heredero de una de las familias más ricas del país, sino también uno de sus solteros más buscados. Rachel es el objetivo de los celos de toda la ... [+]
2 de octubre de 2018
16 de 31 usuarios han encontrado esta crítica útil
Jon M. Chu sabe que su público primario es femenino y sabiamente hace que Nick sea lo suficientemente seductor y atractivo (sin ser letal) no solo basta ser estúpidamente multimillonario como para llamar la atención, hay que ser sencillo, discreto y sensible (además de aparecer sin camisa) pero más allá, Nick es un prototipo del hombre seductor actual, es un hombre con sentimientos; es leal y puede llegar a confrontar a su misma abuela y madre por amor a Rachel.

Hemos visto por décadas, de una forma u otra, como las vidas de los super ricos/poderosos/famosos son puestas en la vitrina de los shows televisivos, pero esos son shows. Crazy Rich Asians (Locamente millonarios) posee todo el glam, el derroche y el lujo que sabemos que existe, pero lo nutre con un elemento indispensable, la escena del sentimiento humano: el amor, el apego a la tradición, la alegría, la decepción, y la intolerancia. Entonces aunque no todas las audiencias del mundo tengan millones y millones de dólares/euros/libras y jamás puedan costear una fiesta dada en la terraza superior de algún edificio decadéntemente esplendoroso, todos tienen sentimientos. Por eso se relacionan con los personajes.

Indudablemente Chu dirige la cinta haciendo brillar con todos los elementos de lo más sofisticado del glam las locaciones son fastuosas, las joyas, el vestuario, pero sobre todo la descripción gráfica de las comidas y tradiciones de Singapur, (cuando visitan el único mercado de comida popular que ha ganado estrellas Michelin dicen en la película) con eso se nos hace agua la boca imaginando los sabores pero más allá, fundamentalmente está el hecho cierto de que alrededor de la mesa (y el compartir la comida) se fundamenta un pilar de la socialización: comida, tradición y cultura fluyen siempre alrededor de una mesa.

Obvio está decir que pone especial fuerza en todos sus personajes femeninos; no solo Rachel, sino la magnífica Eleanor como la suegra glacial y la multimillonaria pero frágil. Astrid, haciendo que más allá del dinero y el poder el relato sea de amores, familia y lucha. Una competencia que todos pueden vivir.

Y en especial hay que mencionar la actuación de la experimentada Yeoh como Eleanor donde a cada paso ni siquiera necesita decir nada, su sola actitud como muralla de hierro podría helar el corazón de la reina de las nieves. No es simplemente oponerse económicamente. es confrontar dos mundos diferentes sobre la concepción de “ser” en occidente se pone empeño en seguir la pasión de lograr “ser”, en Oriente en que ese “ser” perdure … y aparentemente no hay conciliación posible. Sin embargo la justificación de Eleanor se da de una manera directa y lógica cuando se debe de dar y el personaje se redime en una victoria poética.

Por el otro lado de la historia de cuento de hadas también está la parte real y un tanto tenebrosa y esta le toca a la atribulada Astrid (Gemma Chan) quien se atrevió a desafiar las reglas del poder y se casó con un hombre que no tenía nada. Y aunque ella es prácticamente una princesa y un ángel de bondad, hay abismos que son imposibles de surcar cuando el amor comienza a flaquear.

Finalmente hay otras dos mujeres vitales para completar el cuadro: La mejor amiga de Rachel: Peik Lin (Awkwafina) que es el otro lado del espejo de la protagonista; fue una estudiante que regresó a Singapur después de sus estudios (y cuya familia posee todos los excesos de los nuevos ricos “contaminados” por la influencia “Occidental”) que realiza ese gancho de comunicación entre lo “oriental y lo occidental” dando el descanso cómico de una manera natural.

La madre de Rachel, (Hua) una mujer humilde, que emigró de China y que a base de trabajo dio a su hija un porvenir diferente al suyo y que la ha criado inserta en occidente con algunas raíces en su nacionalidad. (Rachel habla algo de su lengua materna y sabe de algunos juegos de estrategia ancestrales)

El siguiente aspecto para mencionar en el que Crazy Rich Asians (Locamente millonarios) se coloca en el plano de actualidad candente es su reivindicación étnica. En un periodo donde el cine hollywoodense ha volteado a ver a las “minorías”; ya lo hicieron con los afroamericanos, los gays y los latinos, ahora da otra mirada a las comunidades asiáticas que han poblado ya Norteamérica y Canadá, esta ventana y la interculturalidad renuevan a Cenicienta de manera increíble, sobre todo cuando con integridad absoluta Rachel concientiza sobre su identidad como hija de inmigrantes, nacida en Estados Unidos.

Crazy Rich Asians (Locamente millonarios) posee también una vena irrefutable de nostalgia, la nostalgia de la tierra de la que se emigró, y nostalgia de ese lujo de la época de las grandes producciones cinematográficas, con elaboradas coreografías y movimientos de cámara donde cada detalle de la magnificencia quepa.

Chu hace tomas de grandes fiestas, grandes decorados nupciales, grandes edificios, grandes panoramas de Singapur y los combina con un toque de los gloriosos años veinte; de repente no hubiera sido nada raro entrar a una gran escena de musical. (No. No hay ningún protagonista que cante) aunque sí que hay un soundtrack realmente bueno.

Crazy Rich Asians (Locamente millonarios) es una divertida y excéntrica muestra perfectamente sincronizada con la actualidad de que la historia de amor es primordial para ofrecer una película que enganche a las audiencias, no importa si es “Cenicienta a estilo del siglo XXI”. Dándole la vuelta adecuada en el tratamiento a la historia, respondiendo a lo que el público pide, empoderando personajes y sirviendo de escaparate para conocer culturas y formas de pensar, siempre será válida.

Si además se le viste con lujo, nostalgia, comedia, cantidades idílicas de poder y la intriga suficiente, donde más allá del dinero los sentimientos sean la arena de conflicto, va a atrapar al público.

Escrito por Fabian Quezada Leon
https://cinemagavia.es/crazy-rich-asians-locamente-millonarios/
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