Saint Seiya de Netflix es quizás hasta el momento la adaptación más divisoria de la obra de Masami Kurumada. La serie es fiel a la historia original, pero omitiendo varias cosas para resumir la trama y cambiando algunas reglas establecidas en la obra original.

Los motivos por los que Athena es cazada en esta versión es diferente al del anime original, presentando un nuevo enfoque. El concepto de los Black Saints es cambiado por un enfoque más tecnológico y militar. Presentan a Vander Guraad como parte de ese concepto para ser un conflicto igual de relevante en la primera temporada. Este concepto luego sería utilizado para la película en acción viva de Saint Seiya estrenada en 2023. El cambio de Shun fue que altero bastante la atención de los fans. Shun siempre ha tenido rasgos femeninos y eso hizo que muchos se plantearan ideas sobre este personaje. El cambio puede ser debido a una de esas deducciones, pero este cambio equivale al que le hicieron al caballero dorado Milo en Leyendas Del Santuario. Al final se trata de un cambio menor, ya que no alteraron la personalidad de Shun. Así que muchas opiniones negativas de la serie que solo se enfocan en este cambio no tienen validez absoluta.

La primera temporada va resumiendo rápidamente como Seiya se convierte en el caballero de Pegaso hasta la lucha contra los caballeros de plata. Vander Guraad es usado para darle un principio y final a la temporada. A diferencia del anime, el drama y la acción son mucho más suaves, pero se mantiene algo de la emotividad que hizo al anime tan querido. El objetivo principal es presentar la obra de Kurumada a la nueva generación y no dirigirse tanto a quienes crecieron con el anime original. A pesar de que el concepto nuevo que presenta la primera temporada puede no agradar a muchos, realmente la serie empieza de una manera bastante decente, reviviendo algunos recuerdos sobre el anime.

Las 12 casas decidieron dividirlas en la segunda y tercera temporada (esta última aún falta por estrenarse). La segunda temporada va desde la casa de Aries hasta la casa de Libra, dejando la casa de Scorpio como cliffhanger para la tercera temporada. Mientras la primera temporada se tomó algunas libertades creativas, en la segunda se respeta bastante la historia original de las 12 casas, esta vez omitiendo algunos detalles sin que afecte el argumento. A partir de aquí, la serie de Netflix logra aferrarse más a la obra de Kurumada. Mi calificación para esta serie es un 9/10.