Sylvester tenía talento, pero se conformaba con trabajos pequeños, y en ocasiones, turbulentos. Le surgió una oportunidad. Una gran oportunidad. Y no ganó. Pero triunfó.
Hay quien dice que ambas palabras son lo mismo. Pero en esta ocasión. No lo son. No.

Stallone triunfó adaptando una dura etapa de su vida a un símbolo del sueño americano: El boxeo, -¿Hace falta explicar de donde viene el nombre de Rocky?- y no es una mala comparación. En ambas había unas rondas de "asalto", en ambos hay asuntos sucios, y en ambos una oportunidad para dejar la mierda atrás.
Rocky es una película capaz de emocionar por un guión sincero y -sobretodo- con corazón, aunque también proporciona risas debido a la trabajada.... pero patética actuación de Sly, que mira..... el pobre se esfuerza, se le ve... pero... no le sale.

Es increíble ver como degeneraría en vergonzosas secuelas que, exceptuando la última, parecían querer, más que recaudar, aumentar el Ego del señor Stallone... quien te ha visto y quien te ve tigre, pero esto es como -casi- siempre, como la primera entrega, ninguna, lo sabes, lo sé yo y lo sabe Sly, pero, ¿Sabes? Todos tenemos una película normal, como muchas, pero que tienen un lugar en el corazón de cada uno, y esta es de las mías.

SaludoS