... destripe, o en este caso mi interpretación personal. Es esta:

En el futuro próximo, Mercedes Milá se opera de arriba abajo, se pone un cuerpo de tía buenísima y con los habituales gazmoños monta un "Gran Hermano Space Edition". Los despierta después del viaje interestelar, les pone un pogüerpoin donde sale su abuelo y les dice prepárense para el aterrizaje.

La nave de Gran Hermano aparca a la primera justo enfrente de la Pirámide en donde va a desarrollarse el concurso, y sin más dilación, cada uno empieza a hacer sus monerías, a darse puqui puquis y a tocarlo todo, como es lo propio de cada edición. Un geólogo punkarra con GPSs tridimensionales se pierde dentro, un biólogo gafapasta también, y se entretiene con un gusano feroz al que trata como a un cachorrito de labrador; un científico de algo que lleva capucha indie bajo el uniforme de astronauta decide quitarse la escafandra porque los Terrícolas somos asín; luego se va a hacer edredoning con su chica, una chavala de Leganés muy despierta que, tras la noche de pasión, descubre que se ha quedao preñada y se hace un aborto ella sola, y con las bragas puestas. El fruto de su amol es un calamar malencarado. Después de dejarse la tripa recosida a grapas la chica se va a hacer un decatlón.

Pero resulta que el abuelo del pogüer poin no está muerto, sino que viaja de incógnito, pero con enfermero, guardiajurao y ayuda de cámara en un camarote de la Nave de Gran Hermano, porque es Valerio Lazarov y quiere atar corto a Mercedes Milá, que descubre el pastel y entra en su cubículo, en donde está el robot hijoputa lavándole los pies a Lazarov con óleos benditos. Cruzan unas palabras y Mercedes se despide de Lazarov con un besamanos y una reverencia.

A todas estas, los tripulantes de la Nave de Gran Hermano: el Negro, el Chino Que Se Sorprende y mi amigo Sixto, que se ha clonao y reciclao en auxiliar de vuelo, se extrañan de repente porque el geólogo y el biólogo no dicen ni mu después de pasarse la primera noche en la pirámide. Ya se sabe que cuanto más duermes, más quieres, y después de dos años de sueño inducido, en lugar de estar un poco al loro de los perdidos en la pirámide, el trío de antes los dejó a su suerte y se fueron a la cama. Bueno, el Negro se fue a follar con Mercedes Milá, que os recuerdo que ahora es una tía buenísima. Al día siguiente se preocupan un poco y van a por ellos. De uno encuentran sólo la cáscara, y el otro se ha vuelto un zombi cangrejero. El robot hijoputa hace un alarde de poliglotismo y un chulazo de discoteca albino le arranca la cabeza, como a cualquier robot hijoputa que se precie.

La de las grapas sigue el corre corre, promete vengar a su novio, el capuchitas que se quitó la ejcafandra y se puso malísimo porque el robó hijoputa le puso una lenteja venenosa en la copa de champán, y al final todo explota. El Negro, el Chino Que Se Sorprende y mi amigo Sixto se inmolan porque algo tenían que hacer y la Nave De Nominados de Gran Hermano se cae encima de la de las grapas y de Mercedes Milá. Pero la de las grapas se ejconde en un repecho rocoso y no le pasa ná. Le quedan treinta segundos de oxígeno, y vuelve al chalé que los productores de Tele 5 pusieron a Mercedes, con vídeos y libros carísimos, y aunque está todo por el suelo, la lámpara luce aún, aunque el DVD se ha escoñao un poco. La de las grapas vuelve a salir; al parecer entró a hacer un pis rápido. El robot hijoputa sigue funcionando, descabezado y todo, le manda un mensaje a la de las grapas, que vaya a por él, y ella va. Se montan en otra nave de repuesto para seguir sus aventuras en la próxima edición del pograma, que se titulará "Gran Hermano en el Espacio II: Con Grapas y a Lo Loco".

Y sale el Alien de verdad. Pero no pienso decir de dónde. Si quieréis saberlo, hale, a verla al cine, como está mandao.