No era nada fácil superar las versiones anteriores de ésta historia ya clásica en el cine y que ha sido protagonizada, ni mas ni menos, que por JUDY GARLAND y JAMES MASON (1954) y BARBARA STREISSAND y KRIS KRISTOFERSON en la versión de 1976. Tampoco es que fuesen la quinta esencia del cine, pero no cabe duda de que la historia tenía su miga.

La cuestión es que no sé si por culpa de un doblaje ESPANTOSO y un metraje inmisericorde, me costó bastante conectar con la historia y sus protagonistas, a pesar de que BRADLEY COOPER en su papel, me aparece mas creíble que una acartonada LADY GAGA que parece mas empeñada en decirnos algo que ya sabemos, que es una gran artista a pesar de no estar maquillada como una puerta ni vestir estilismos cárnicos imposibles.


La película se esfuerza continuamente en ser algo que no es, lo cual es de agradecer aunque no acabe de soltar la clarísima impronta de otros muchos filmes. Hay algo de CABARET, algo de THE ROSE sobre el ocaso de JANIS JOPLIN y algo, bastante diría yo de LA VIE EN ROSE de la Piaf, aunque no llega, ni de lejos, a la pasión de LIZA MINNELLI, BETTE MIDLER o MARION COTILLARD como estrellas colapsadas por su propio carisma.

No es tampoco desdeñable el estreno de BRADLEY COOPER en la dirección de un film tan ambicioso pero que no acaba de enganchar a la pantalla como era de esperar y a la que un doblaje asesino y un exceso de metraje tampoco ayudan para una mejor valoración.

Estoy convencido de que en versión original subtitulada, mejorará muchísimo.