Uno de los grandes aciertos de la primera temporada de Black Summer es que iba al grano y sin rodeos, una persecución continua dónde los supervivientes sólo tenían tiempo para correr y correr, ocultarse unos segundos para volver a correr para sobrevivir a los primeros compases del apocalipsis zombie. No había tiempo para grandes diálogos, ni para conocer en demasiada profundidad a sus personajes, todo se reducía a una frenética carrera por la supervivencia, y a pesar de ello resultaba tremendamente entretenida y divertida, ya que además la duración de sus capítulos invitaban a ello. No es que reinventada nada dentro del género, ni que fuera novedosa, pero si que era eficaz y contundente en lo que mostraba.

Pues bien, esta segunda temporada decae en comparación con aquella intensa primera temporada, y aunque se esfuerza en seguir manteniendo la misma fórmula la inclusión de enemigos humanos y conflictos entre grupos a mi parecer a perjudicado y mucho a esta segunda temporada, que si, estamos todos de acuerdo en que Thomas Hobbes llevaba razón al decir que el hombre es un lobo para el hombre, pero convertir esta serie en un The Walking Dead con continuos conflictos entre humanos sólo la transforman en un copia pega de aquella, con mas ritmo, pero no deja de ser lo mismo, y claro en comparación con la primera temporada dónde todo se reducía a huir de los zombies pues el cambio choca y mucho. No digo que esto sea malo, ni mucho menos, sólo digo que a título personal yo en esta serie lo que busco es lo contrario a The Walking Dead, ver zombies persiguiendo humanos todo el rato sin descanso como en la temporada anterior, para todo lo demás ya tenemos The Walking Dead.

Repiten personajes, bueno, aquellos que no fueron pasto de los zombies en la primera tanda de capítulos. Así que aquellos que ya hayáis visto la anterior temporada sabréis a que personajes me refiero, no quiero contar tampoco demasiado sobre ello por si estáis comenzando a ver la serie, pero a estos se unirán otros nuevos personajes, algunos con intereses comunes y otros dispuestos a putear a todo ser vivo, cuyo desarrollo vuelve a ser escaso ya que la duración de los capítulos lo hacen imposible. Aún así hay alguna nueva incorporación interesante y que aporta al conjunto de personajes que pululan este mundo apocalíptico un nuevo punto de vista.

La dirección me ha parecido bastante buena en general, con muchos planos secuencias en determinados capítulos dónde la cámara se vuelve loca en medio de la acción y nos muestra todo el caos reinante con todo lujo de detalles, y se vuelve a usar ese modo desordenado de contar la historia, mostrándonos fragmentos del mismo suceso desde distintos enfoques para finalmente todo junto componer un puzle narrativo dónde las piezas encajen. El punto negativo viene en algún capítulo dónde la acción se estanca un poco (al contar los conflictos entre grupos) al contrario de lo que ocurría en la primera temporada dónde todo era un correr sin parar.

La música también me ha parecido correcta, acompañando bien aquellas escenas que así lo requieren y haciendo hincapié en la desesperación que acompaña a los personajes.

En definitiva, si os gusto la anterior temporada seguramente disfrutéis de esta segunda, eso sí, avisaros quedáis de que ahora los zombies ya no son la principal amenaza y que cual The Walking Dead la situación apocalíptica sacará lo peor de los distintos personajes. El sálvese quien pueda. Esto no es que sea bueno ni malo, si no que la hace distinta a la temporada anterior y claro, yo esperaba encontrar mas de lo mismo, no conflictos entre grupos humanos matándose entre ellos.

Lo mejor: Sigue resultando entretenida y divertida. La dirección es muy buena con grandes planos secuencia.

Lo peor: El cambio en la amenaza pasando los zombies a un segundo plano y dándose más importancia a los conflictos entre humanos.

Es por todo ello que mi nota es de un 6.5 sobre 10.