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España España · Murcia
Voto de Jabi:
7
Bélico. Acción. Comedia Segunda Guerra Mundial (1939-1945). En la Francia ocupada por los alemanes, Shosanna Dreyfus (Mélanie Laurent) presencia la ejecución de su familia por orden del coronel Hans Landa (Christoph Waltz). Después de huir a París, adopta una nueva identidad como propietaria de un cine. En otro lugar de Europa, el teniente Aldo Raine (Brad Pitt) adiestra a un grupo de soldados judíos ("The Basterds") para atacar objetivos concretos. Los ... [+]
15 de junio de 2011
4 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Tras casi diez años de gestación Quentin Tarantino estrenó la esperada "Malditos bastardos" (un guión que llegó a dar para una serie de televisión de varios capítulos), confirmando, afortunadamente, lo que se podía prever por sus títulos anteriores, que es un director empeñado en regurgitar con calidad lo mejor del clímax que ofrecen géneros tan denostados como el cine de "kung fu", el "espagueti western", y en general la "serie B", sin que hasta el momento podamos ver el fin en su particular evolución como cineasta, encajando sus famosos diálogos con la maestría del cine de Hitchcock y generando una intriga que no procede sólo de las situaciones, sino también de los diálogos.

"Malditos bastardos" rompe con los esquemas de las películas de guerra, reivindicando la imaginación como parte consustancial del séptimo arte (lo que le ha supuesto una incomprensible crítica a su falta de rigor, algo de lo que sólo parecen exentos clásicos como "To be or not to be" de Ernst Lubitsch 1942, p.e.), convirtiendo la comunicación en una de las tramas principales de la cinta (se hace necesaria su visión en V.O. para apreciar el juego de idiomas -inglés, alemán, francés e italiano-), falseando la historia y desconcertando a un público que, buscando la acción bélica a la que parece apuntar la promoción, se encuentra con una compleja red de aristas donde priman la tensión a través de las palabras, y dos de las historia que contiene: el de la judía Shosanna, y el de ese nuevo icono del celuloide que es el coronel caza-judíos Hans Landa.

Desde su inolvidable secuencia de apertura "Malditos bastardos" desarrolla un amplio abanico de situaciones hilarantes y grotescas (en algunos casos imposibles), en que la convivencia de subgéneros, y fuentes de referencia, harán las delícias de todos los amantes del buen cine, consiguiendo que sus dos horas y media de duración pasen en un palomitero suspiro.
Jabi
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