"Vive como quieras" es la historia de dos enamorados, Tony (James Stewart) y Alice (Jean Arthur), que pertenecen a familias de distinto rango social. Alice, es la nieta de Martin Vanderhof (Lionel Barrymore), llamado el abuelo, impulsor de un tipo familia numerosa (no necesariamente por lazos consanguíneos) muy singular. Su filosofía de la vida es el vive como quieras, lo que hace que las inquietudes de sus miembros se vean como estrambóticas y anárquicas. Viven felices porque cada uno es libre y se sabe querido tal como es. Por el contrario Tony es el único hijo de un importante banquero (Edward Arnold) que vive para su negocio. Cuando los padres de él van a la casa de ella, para conocer a la familia, la comedia se desata.

Con 70 años a sus espaldas “Vive como quieras” sigue siendo uno de los máximos exponentes de la llamada comedia sofisticada. Su título original, "You can’t take it with you", se extrae de una conversación mantenida entre el abuelo y el banquero (dialogo que contiene la clave discursiva de la película) cuando Barrymore le recuerda a Arnold que los excesos a los que tienden los capitalistas son tan perniciosos para el prójimo como, finalmente, para ellos mismos. Frank Capra nos ofreció en 1938 un film que, se podría decir, anticipa el movimiento hippie, creando una familia tan atípica que bien pudiera ser un grupo de okupas llevando una vida de lucha antisistema. Fue una película que venía a reírse de los prejuicios sociales, y en la que, una vez más, el maestro Capra daba una lección magistral en el uso del ritmo narrativo para la comedia (con ella consiguió su tercer y último oscar). Un guión cargado de humanidad que se sumaba a la corriente de cine crítico que surgía del hollywood de finales de los años 30, y que por desgracia se truncó con la llegada de la guerra mundial y la posterior era del macarthismo.