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Voto de el hombre del coco:
8
Terror Desde la repentina y sospechosa muerte de sus padres, Damien, vive con sus adinerados tíos (Lee Grant y William Holden). El chico, a quien muchos consideran el Anticristo, planea fríamente apoderarse del imperio empresarial de su tío como primer paso para dominar el mundo. Mientras tanto, todos los que intentan desvelar los secretos de su siniestro pasado, o de su pérfido futuro, encuentran la muerte de forma rápida y cruel... (FILMAFFINITY) [+]
19 de noviembre de 2016
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
Ohhhh, seguro que muchos se tiran de los pelos por el título de la crítica. No solo digna, secuela de calidad.
Pues sí.

Ahora bien, como buena secuela, el no conocer la película anterior hace que su visionado sea más difícil (no se entendería la historia de Damian). Y como buena secuela: nosotros ya conocemos al protagonista, su historia y sobran esas "largas" presentaciones. Es verdad que hay un amplio cartel de nuevos personajes, pero todo ronda a Damian y todos vienen bien introducidos (no hay necesidad seguramente de profundizar en exceso en ellos y más si sabemos de antemano como es posible que acaben). William Holden hace un muy buen papel así como el resto del elenco pero... ¿qué cambia más de una película a la otra? Hay un menor factor sorpresa (no hay dudas sobre la identidad real de Damian) y el espectador no va a entender que se repita todo igual que en la primera parte. Por tanto, lo que se nos presenta es a Damian formándose y tomando consciencia de quien es. Vemos también como le arropan fieles a él (también pasaba en la primera) y vemos también como animales diabólicos le sirven (en la primera perros y ahora cuervos). Pero fijémonos en un detalle: su música. Jerry Goldsmith vuelve a componer la partitura (recuerdo que le valió un Oscar la música de la primera parte) y si bien aquí no hay muchos cambios nos dicen mucho de la película. Primero, la principal innovación es un cuerno que se asocia al cuervo de la película (sin dudas, brillante, una genialidad, como cuando en Leviathan incluyo el canto de ballenas en el tema principal de la película), luego la música es más cañera, hay menos contemplaciones (desaparece casi por completo una referencia musical pausada que se asocie a la familia) y más presencia (casi continua) del coro diabólico de la partitura (el ave satani). Esa es la clave de la película. La primera jugaba más con un factor psicológico (la novedad también) y familiar; aquí esos elementos desaparecen. Pero no hace que la película sea más terrorífica (todo lo contrario), sino más cañera: más muertes y más "fuertes" (si en la primera película la decapitación del fotógrafo se graba en la memoria aquí no lo hace menos las dos primeras muertes y sobretodo la del ascensor). ¿Y eso es bueno? Restar terror a la cinta no es malo: repetir exactamente lo mismo no tiene sentido. El público quiere más y se da más pero diferente. El esquema es similar pero lo que vemos es a un Damian que crece y se hace cada vez más fuerte (no comparto las críticas que dicen que repite sin más la película anterior, y no digo que sean cintas diametralmente opuestas).

Por cierto, imposible no apuntar: el final y la siempre generosa presencia de Lance Henriksen, lo que me lleva a una última reflexión. Alien terror psicológico y Aliens cinta de acción. Nadie cuestiona la calidad de ambas cintas y se ve como algo lógico que cada una, sin traicionar la esencia del bicho, nos enseñe una historia diferente. Aquí similar: La profecía tiene elementos de terror más importantes que la segunda pero no traicionan la esencia del personaje ni su historia. No quiero comparar Damian con Aliens, pero quiero decir que sí es una secuela de calidad que sabe aportar lo mejor que se podía esperar de ella.

Y luego hay una tercera parte.

La primera terror.

La segunda renuncia al terror (o a dosis de terror) para ser una cinta más agresiva.

Y la tercera se convierte en una comedia (pero no intencionadamente).

Nota final: tiene un fallo temporal que se repite en la tercera parte: Damian tiene 12 años y medio y en la anterior seis y en la tercera parte 32 años. Ahora bien, si bien es cierto que nunca se dice el año de su nacimiento (solo la hora, día y mes, 6:00, 6, 6), todas las películas están ambientadas en su época contemporánea y es algo que se antoja muy muy difícil de creer (pero eso le pesa más a la tercera parte).
el hombre del coco
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