Fincher, tras la magistral "Seven" vuelve al género que mejor se le da y firma otro notable thriller. Nada convencional para el siglo XXI, sino que regresa a la esencia del género de los años 70, precisamente el grosso de los años en los que se desarrolla la historia, pareciéndose en muchos aspectos a esos thrillers que no los son, sino crónicas realistas de historias verídicas como lo fue "Todos los hombres del presidente"
El tono es el adecuado, la narrativa sólida, la maraña argumental se sigue con fluidez, sin escenas de acción y pocas de suspense el atractivo que ofrece la película es continuo. En eso ayuda un trío protagonista ideal para atraer el interés en todo momento. Lo único que echo en falta es construir algo más la decadencia del personaje que interpreta Robert Downey jr.
Un clásico ya del S.XXI que subirá con los años.