Soy uno de los muchos que estamos cansados ya de tanto Spiderman, pero como es nuestro héroe preferido siempre acabamos volviendo al cine en cada "Reboot" que sale.

Después de ver la anterior, predecesora de ésta peli que nos ocupa, ya me hacía yo una idea de lo que iba a ver, sin embargo he salido sorprendido de cómo se puede superar algo, en este caso para peor. Y eso que antes he intentado sacudirme la costra de aversión que he desarrollado con cada nueva entrega de mi súper héroe preferido (cada vez más descabelladas y cargantes), pero en absoluto ha servido para nada.

¡Es tan imperdonable la chapuza que han perpetrado con esta película!, ¡hay tanta incongruencia y bobaliconería en el guión!, tiene tan poca acción pero tanta escena ñoña, y tanto chascarrillo fuera de lugar que no hacen sino ridiculizar al super-héroe que adoro… ¡Además... dura tanto!, y los actores, sin ser malos, están tan sosos (a excepción de Sally Field)... Y está tan mal hecho el Spiderman en caída libre, que parece de goma, y ¡se abusa tanto de la cámara lenta!, ¡Y los villanos son tan estúpidos!... ¡Qué rabia, joer!

No me voy a poner a enumerar las infinitas faltas que hay en esta cinta porque ya lo han hecho de sobra otros "críticos" de esta web, y además no acabaría nunca, pero si la franquicia ya estaba resentida con las últimas adaptaciones de Sam Raimi, ésta nueva hornada culmina el desastre ridiculizando la esencia de lo que es Spiderman, convirtiéndole en un tontarra atontao que lucha con otros tontarras atontaos.

En definitiva, "Reboot" fallido que no merece la pena casi ni comentar, aunque en 2018 volveré a caer y me volveré a cabrear...