Jonathan Mostow nos mostró su incapacidad en la esperada "Terminator 3" para desarrollar una historia sin acabar haciendo bandera ideológica y película de encargo, con su anterior cinta "U-571" demuestra más de lo mismo.
Con un comienzo que pretende homenajear a ”El submarino” y una historia que podía ser más que interesante, acaba cayendo en todos los manierismos de las películas hollywoodienses. Lo previsible de la historia, el heroísmo nacionalista, el último torpedo que hunde el destructor es una muestra de como a veces el cine y la realidad, cualquier parecido es mera coincidencia.
Una película muy del momento cinematográfico que vivimos. Eso sí con un buen sonido, y eso que Jon Bon Jovi que sale en la película no canta.
Por cierto Harvey Keitel debería empezar a elegir mejor sus personajes porque se va a comer todo su crédito, menos mal que le tiene muy alto.
Esperemos que el señor Mostow acierte con la próxima que no es tan difícil, recordándole el comentario del cartel de la inefable “Breakdown” dirigida por el mismo: Te puede pasar a ti.