Me vino a la memoria el psicópata Charles Manson. No creo que me equivoque mucho en pensar que el director y el guionista tuvieron en cuenta algunos horrores protagonizados por este animal y sus seguidores años atrás en USA.

Nada más empezar se nos indica que el film está basado en hechos reales, pero los nombres que se facilitan no existieron, las fechas tampoco, y los personajes son, por tanto, inventados. Nada de lo que ahí pasa sucedió. Este intentar predisponer al espectador con un dato falso me parece un engaño gratuito.

Dejando eso a un lado, la película me gustó más de lo que pensaba. El comienzo, introduciéndonos en el devenir sentimental de la pareja, me pareció un acierto. No es una película sangrienta ni rebuscada, ni tan siquiera violenta, más que lo justo. Los protagonistas son creíbles en su interpretación y sus personajes "caen bien".

La aparición de los desconocidos es pausada, medida y va creando una tensión in crescendo que, sin embargo, me pareció que decayó casi ya al final, cuando debería el asunto alcanzar el cénit. Lo que más inquieta es precisamente que no existe un motivo para los asesinos, es el terror gratuito, sin que haya por tanto una posible escapatoria.

Por contra, varios sustillos predecibles, algunas apariciones y desapariciones de los malos (parecen más bien fantasmillas) y, sobre todo la ultimísima escena la deslucen un poco.

Aún así, bastante digna.