Corrupción policial en Nueva York (un clásico), mafia china, mafia rusa y un ex policía (Statham) al que acaban de asesinar a su esposa por un ajuste de cuentas. Entre medio, una niña china superdotada memoriza un código secreto y se convierte en el objetivo de estas organizaciones.

Al igual que Art Jeffries (Bruce Willis) protegió al niño autista Simon en “Mercury Rising” (1998), ahora Statham hace lo propio con esta niña en un thriller-acción lleno de tiros, persecuciones y peleas al estilo de este pelado, que se ha convertido en la nueva figura de los films de acción de estos últimos años.

Por supuesto, no se puede esperar más que el entretenimiento pochoclero de un film blockbuster. “Safe” tiene, además de miles de clichés, el frenesí habitual de un film que respeta los códigos del género, adornado por una cámara movediza que juega con los reflejos y unos efectos especiales a la altura de las circunstancias. El drama de fondo, si bien se muestra algo más violento que lo habitual, se trata con la vaguedad y superficialidad de este tipo de películas.