Muchas cosas me gustan de esta película. El ejercicio es en sí bastante atractivo. Que Joseph Kosinski sabe lo que está haciendo queda completamente reflejado, es algo indiscutible. Que Tom Cruise sabe lo que está haciendo como el que más, tampoco admite discusión. (A no ser que prejuicios y mal ánimo enceguezcan). Que un relato de ciencia ficción se compone de algunas de las historias que aquí pueden entresacarse, eso los sabemos los lectores y amigos del género. Por lo mismo, este rompecabezas, como lo ha llamado Justin Chang, es una realización en sí mismo de lo que es la ciencia ficción y sus argumentos, cómo llevarlos a cabo, cómo plantearlos y hasta cómo resolverlos. Puede decirse que en Oblivion vemos el acto de magia en el que el mago expone sus trucos, o, en términos mucho menos mañosos, es como si voltearamos la ropa y viéramos sus costuras. Película imperdible.