Lo imperecedero de esta obra es la continua sugestión, el juego, el coqueteo con lo sexual. Se hace explícito cuando Ronal se vuelve invisible y la crema invisibilizadora se le agota sin terminar... solo una parte queda visible. Graciosa y satírica, esta película danesa persiste en la forma en que nos han acostumbrado a ver la animación la mayoría de los estudios norteamericanos, llegando incluso a la más reciente Metegol. La misma fisonomía, el mismo trabajo de musculación. Para evitar la saturación menos mal existen las joyas del cine manga.
Como he referido, lo memorable está dado por el morbo de la trama, un morbo por demás divertido; pero de resto, es una película que repite algunas ideas ya vistas en otras animaciones, incluso como en el pasaje de las amazonas.