No podría quejarme de las interpretaciones de Swinton y Fiennes, si bien las de los otros dos principales me dejan fría. Y la banda sonora es más que aceptable. Sin embargo, yo creo que la película gozaría de mayor credibilidad si se ambientara en Marruecos a finales de los 70 o por el estilo. Lo siento, señor director, pero actualmente no cuela la trama de un grupito de gringos intelectuales todos ellos totalmente blancos como la leche y extraordinariamente cool pasando sus laaaargas vacaciones en un súper chalet situado en un escenario "atrasado" mientras platican sobre sus respectivos culebrones dentro de la burbuja que han creado exclusivamente para ellos. De este modo, los habitantes autóctonos del lugar (Italia, concretamente) son retratados como el típico pueblo colonizado, primitivo y servicial. Yo desde luego no me lo creo, a no ser que los seres de luz protagonistas sean rusos o chinos. Es como si en Estados Unidos no hubiera lugares "tercermundistas", vamos, que parece ser que para el director éste Norteamérica es Rivendell. Vale que en su Italia natal no están como para tirar cohetes, pero es que realmente al otro lado del charco no están mucho mejor. Y desde luego, no todos los norteamericanos son tan guays, perfectos, y estilosos.