Cuando ahora se habla del medio de los superhéroes, gran cantidad de personas pierde el interés debido a la decaída de Marvel en los últimos años, por productos sin alma que se sienten mas como una producción de churros que como lo que son, películas. Pero fuera de los desastres de Marvel, o el lío que tiene la propia Warner con DC, ha aparecido lo que es para mi, una de las mejores historias de superhéroes que he visto (y posteriormente leído).

''Invencible'' nos cuenta la historia de Mark, hijo del superhéroe con mas prestigio del planeta, Omni-Man, no es hasta que alcanza los 17 años que finalmente desarrolla sus poderes, y siguiendo el camino de su padre, se hace superhéroe también, nuestro papel como espectadores es ver como Mark se va puliendo mas y mas como defensor de la ciudad y dándose cuenta de que no todo es un camino de rosas a la hora de ponerse las mallas.

Es complicado hablar de esta serie sin spoilers, debido al giro argumental que tenemos en el primer capítulo, pero sin mencionar a ese elefante en la habitación, podemos seguir alabando el gran trabajo que hicieron a la hora de adaptar el cómic a la pequeña pantalla. Cuenta con un cast de voces que creo que no podría ser mas acertado, destacando al ya icónico J.K Simmons como Omni-man, con una actuación que me sigue dejando la piel de gallina, la animación, a pesar de que la encontré mejorable en varios momentos, hizo maravillas cuando se trataba de las peleas y en el nivel de brutalidad que estas manejan. La duración para una primera temporada también me parece perfecta, te deja con ganas de ver que va a pasar, y también cambia el orden de algunos acontecimientos que en los comics pasan posteriormente, pero la verdad es que lo manejan tan bien que ni se nota, y no chirría.

Resumiendo, ''Invencible'' es una bocanada de aire fresco para los fans de los superhéroes, con personajes interesantes con conflictos propios, unas peleas que impactan y una trama que te deja totalmente enganchado, mostrando lo oscuro que puede ser el mundo de héroes y que estos mismos, no son para nada perfectos y mucho menos santos.