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España España · amorebieta
Voto de floren:
8
Drama Natalia y Carlos son dos jóvenes veinteañeros enamorados que luchan por sobrevivir en la España de la crisis. Sus limitados recursos les impiden satisfacer sus deseos y su progreso vital. No tienen grandes ambiciones porque no albergan grandes esperanzas. Para ganar dinero deciden rodar una película porno amateur.
31 de mayo de 2014
22 de 22 usuarios han encontrado esta crítica útil
Implacable indagación neorrealista de la miseria y de la desesperanza que asolan a gran parte de la población hoy en día en España.
Rosales nos introduce en la vida de Carlos y Natalia, una joven pareja, como hay miles en los suburbios de Madrid. Apenas tienen recursos para vivir, trabajo precario y miserable -cuando hay- , y han de apechugar con su entorno: unas familias sin posibles, padres envejecidos y frustrados, parados, hundidos por el rodillo de la crisis galopante. Para más inri, traen al (sub)mundo una niña, ahora tienen que luchar por ella.
Desgraciadamente, no es una estampa exagerada en el presente social de los barrios de las grandes urbes. El modelo de desarrollo ha fracasado y lo pagan los más débiles. Lo reálmente loable de la cinta es su autenticidad, que hace que vivas y sufras con ellos su adversidad. Los personajes son de carne y hueso, hablan como chavales de arrabal. Rosales acierta de pleno con el reparto, todos ellos actores y actrices poco conocidos, y con la austeridad de la obra, no hay música incidental, ni falta qué hace -ni para edulcorar ni para enfatizar una realidad de por sí extremadamente dura-.
Quizá no esté a la altura de sus imprescindibles "Las horas del día" y "La soledad", pero Jaime Rosales ha recuperado el pulso y vuelve como baluarte del cine autoral. En esta obra renuncia a la experimentación extrema que habia extraviado sus últimos proyectos y vuelve al entorno familiar más cercano, como en "La soledad", si bien no puede evitar subrayar la idiosincracia de autor con alguna secuencia irritante - esas imágenes aceleradas de fotografías del smartphone, que terminan mareándote-; no hay Rosales sin espinas.
Resumiendo, otra más que notable película de buen cine español. Eso sí, incómoda, como la realidad desoladora del país, no es un divertimento, es mas bien un doloroso documento notarial de la vida de cualquiera de esos 2 millones de familias con todos sus miembros activos en situación de desempleo. ¡Terrible! Esto sí que es cine de terror.
floren
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