Haz click aquí para copiar la URL
España España · Zaragoza
Voto de Paco Ortega:
9
Drama Oskar Schindler (Liam Neeson), un empresario alemán de gran talento para las relaciones públicas, busca ganarse la simpatía de los nazis de cara a su beneficio personal. Después de la invasión de Polonia por los alemanes en 1939, Schindler consigue, gracias a sus relaciones con los altos jerarcas nazis, la propiedad de una fábrica de Cracovia. Allí emplea a cientos de operarios judíos, cuya explotación le hace prosperar rápidamente, ... [+]
25 de diciembre de 2009
9 de 9 usuarios han encontrado esta crítica útil
Sin duda la película de Spielberg estaría en todas las listas de mejores películas no sólo de la década de los noventa, sino de la historia del cine.

Es abrumadora. En extensión, en profundidad, en belleza, en provocadora de desbordados sentimientos. El momento en que Oskar Schindler se despide de los judíos a los que ha salvado la vida, en donde estos le regalan un anillo, es de una extrema capacidad de provocar nuestra respuesta emocional. He visto a llorar a muchas personas, inteligentes y cultas, en ese momento.

Pero eso no es todo. Su forma, a caballo entre el documental y la narración, es inapelable en cuanto a la denuncia que lleva implícita sobre el holocausto, la gran tragedia de la humanidad, tan horrenda y tan cercana. Tal vez los detractores de la película tienen razón cuando la acusan de simplificar la figura del protagonista, quienes consideran un oportunista que no tuvo la heroica dimensión que Spielberg le atribuye. ¡Qué más da! Pónganle esta película a cualquier joven de quince años y se vacunará para siempre contra cualquier tentación fascista…

Cuando una película aparece ante nuestros ojos revestida de grandeza es porque todos los elementos funcionaron tan bien que la excelencia termina no sorprendiéndonos. Eso ocurre en “Lo que el viento se llevó”, “Ben Hur”, y tantas otras. Como aquí: el guión, la fotografía y, naturalmente, los actores, que están sencillamente espléndidos, aunque ninguno, a juicio de la Academia, mereció un Oscar.

Dicen que se pasó diez años pensando en cómo la haría, y dicen también que el rodaje casi le cuesta su felicidad conyugal. Al final no fue así, y la señora Spielberg puede sentirse dichosa del talento inconmensurable de su marido, ya sea para contarnos historias de marcianitos que se vuelven humanos o de seres humanos que se olvidan de su condición.
Paco Ortega
¿Te ha resultado interesante y/o útil esta crítica?
arrow