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España España · Palma de Mallorca
Voto de Robert Denigro:
7
Drama El periodista Lloyd Vogel recibe a regañadientes el encargo de la revista para la que escribe de indagar en la figura del legendario Fred Rogers, una estrella del entretenimiento infantil durante varias generaciones. La empatía, amabilidad y decencia de Fred desarman a Vogel y le obligan a examinar su propia vida. (FILMAFFINITY)

23 de agosto de 2020
1 de 3 usuarios han encontrado esta crítica útil
Nada más perverso que la bondad absoluta. El ser humano se pone en guardia ante ella porque no es habitual en la naturaleza y despierta desconfianza. La bondad puede servir de disfraz a la maldad para engañar al incauto. Dice la Biblia: "Guardaros de los falsos profetas que vienen a vosotros como ovejas". También el terror llega al cine vestido de inocencia: las hermanas gemelas de "El resplandor", Regan la niña de "El exorcista", el simpático payaso de "It" o la acomplejada adolescente de "Carrie".

En "Un amigo extraodinario" Fred Rogers, interpretado por un flemático Tom Hanks, es un popular presentador de televisión americana de programas infantiles. Su serenidad cautiva diariamente a la audiencia y trasciende la pantalla, porque cuando Rogers está en antena no interpreta un papel sino que se muestra tal cual es en la vida real. La revista gafapasta Esquire encarga a su periodista más corrosivo, Lloyd Vogel, una entrevista con el famoso presentador con la intención de descubrir a la persona que se esconde detrás de aquel pacífico personaje.

A primera vista la película es una edulcorada celebración de la bondad de un ser humano excepcional, pero semejante argumento no tarda en resultar incómodamente empalagoso. Bajo su calculada inocencia la película lanza pistas sobre la oscura estructura de las emociones. Escenas de sutil monstruosidad deforman la bondad aparente sobre un espejo cóncavo y dejan al descubierto sus andamios para que sea el espectador quien saque sus propias conclusiones. Con la forma en la que está contada la película, su directora Marielle Heller parece trasladar en imágenes la teoría del psicólogo Jaques Lacan sobre la naturaleza perversa del mensaje implícito, cuya interpretación siempre es responsabilidad del receptor. El emisor es siempre inocente. Para muestra un botón: el tierno oso de peluche cuya marioneta maneja Rogers en uno de sus programas para niños se llama Viernes Decimotercero, o sea Viernes 13. Un detalle inadvertido pero no casual. Aquí hay de todo menos bondad. Aquí hay mala leche, cinismo e inteligencia narrativa.
Robert Denigro
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