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Voto de Arturo Belano:
8
Drama Adaptación de un relato breve de Leon Tolstoi: "El billete falso". Yvon es un joven que es injustamente acusado de traficar con dinero falso. A partir de ese error judicial, la adversidad dominará su vida. Durante su estancia en prisión, el ambiente en el que se mueve lo va degradando y corrompiendo hasta convertirlo en una persona sin escrúpulos ni principios morales. (FILMAFFINITY)
25 de febrero de 2019
5 de 5 usuarios han encontrado esta crítica útil
Desde su premisa hasta los primeros veinte o treinta minutos, L'Argent parece otra analogía social algo obvia en la vena de Ladri di biciclette y sus copias, el gastado cine moral europeo, sólo que mejor dirigida porque Bresson está a cargo. Pero de pronto y sin que uno se dé cuenta, la película comienza a calar bajo la piel, acercarse a terrenos más abstractos, más puros y uno se encuentra con una obra mucho más compleja bajo la superficie.

L'Argent es la última película de Robert Bresson, adaptada de un cuento de Tolstoi, y en cierta forma es un compendio de su obra: las inquietudes y temas son los mismos, algunas secuencias hacen eco de sus obras maestras pasadas, el estilo es inconfundible. Nada se parece a las películas de Bresson (uno recuerda algunas de Dreyer, tal vez). Su sentido de la austeridad, de lo mínimo, es propio. Los actores no son profesionales y no actúan, representan o vocalizan. Los momentos climáticos son desapasionados. Roger Ebert llama a Bresson uno de los santos del cine y uno puede ver por qué. Su estilo preciso y desapasionado vuelve a sus obras algo puro, como ver cine desnudo, desprovisto de cualquier floritura.

Siendo esta una obra menor en su filmografía, uno no puede menos que impresionarse ante la destreza cinematográfica de Bresson. Las tomas son obsesivas: primeros planos de manos, objetos cotidianos (pastillas, hachas) que prefiguran un destino funesto, el sonido donde los billetes casi se pueden palpar. Es un triunfo de estilo. Pero Bresson apunta más allá, a lo espiritual. Los personajes son observados omniscientemente, desde lejos, como si fueran parte de una fábula antigua e inmemorial: uno de ellos sigue un camino criminal robinhoodesco, otro cae en un infierno personal de rebelión.

Si bien L'Argent nunca alcanza la fuerza de Pickpocket (su hermana mayor espiritual, en cierto sentido) o Au hasard Balthazar, sigue siendo una enorme demostración de cine como ya no lo hay y no lo habrá. Bresson habita un espacio donde lo mundano se vuelve trascendental.
Arturo Belano
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