Soberbio drama humano y social que ha pasado a la historia del cine no sólo por sus indiscutibles méritos como obra de arte total, sino por la polémica que provocó en su día el hecho de que su director, Elia Kazan, compareciera dos años antes ante el Comité de Actividades Antiamericanas, presidido por el senador McCarthy, de infame recuerdo, para denunciar a sus compañeros comunistas o simpatizantes con el comunismo. El hecho, que nunca se le ha perdonado a Kazan, causó la ruina de muchos intelectuales, escritores y cineastas, que tuvieron que salir de los EE.UU. o cambiar su nombre por pseudónimos para poder seguir trabajando. La película que estoy presentando sirvió de excusa a su director para justificar la delación, aunque las razones que tiene el protagonista no tienen nada que ver con las de Kazan para hacer lo que hizo.

Al margen de estos tristes hechos, lo que casi nadie pone en duda es que “La ley del silencio” es una de las mejores películas del cine americano de los 50, donde todo es digno de admiración, y donde Marlon Brando, en su título más recordado, que ya había trabajado bajo las órdenes de Elia Kazan en “Un tranvía llamado deseo” y en “¡Viva Zapata!”, renovó el arte de la interpretación para siempre, haciéndonos olvidar actuaciones más artificiosas de muchas glorias del cine antiguo, y dándonos un ejemplo de realismo duro donde es difícil separar al actor del personaje. Sólo por esta película este actor ya hubiera pasado a la Historia.

Además de Brando, la película tuvo un reparto impresionante: la rubia Eva Marie Saint, de rostro dulce y angelical, debutaba en el cine, antes de que Hitchcock la transformara en ambigua y misteriosa en “Con la muerte en los talones”. Y, aparte de esta excelente actriz, contó la película con grandes secundarios como Karl Malden, Rod Steiger y Lee J. Cobb.

Lo mejor.- Prácticamente todo: la historia, los contundentes diálogos, el guion, la fotografía, la música y las interpretaciones de todo el reparto. Pero, por encima de todo, Marlon Brando.

Lo peor.- Que Kazan hiciera esta película para justificar su acto de delación no se lo han perdonado muchos; y eso le ha quitado a la película mucha objetividad y serenidad para poder juzgarla como se merece. Lo que la película quiere denunciar no es el sindicalismo, que es un derecho a la libertad de asociación, sino el gangsterismo y la corrupción a través de los sindicatos, cosa muy distinta.

Palabras de Elia Kazan: “De todos los actores con los que me he encontrado, Marlon es el que más cerca estaba del genio. Era casi como dirigir a un animal genial. Le confías alguna cosa y esperas: hay que esperar como si fuera a invernar… Lo tiene todo. Si el papel se encuentra dentro de su gama (que es extensa) entonces nadie le puede igualar … Continúo pensando que su interpretación en La ley del silencio es la mejor actuación realizada por un actor americano en la pantalla.”

La frase.- “Pude ser un fuera de serie. Aspiraba al título. Pude haber sido algo en la vida. En lugar de eso, mírame. Sólo soy un golfo.” (Marlon Brando)




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