Igual esperábamos una película más salvaje, divertida, cachonda y, por lo menos, disfrutable. Pero no es nada de esto. Ni siquiera se queda a la mitad de nada. Esta película es un sonoro desastre, un aburrimiento inaudito y una auténtica tontería, a costa de una mujer que se identifica con un monstruo que está arrasando Seúl (del sur, porque a ver quién se atreve a atacar a los del norte).Y para eso, se marcha a un parque y, junto a los columpios, se dedica a hacer tonterías con sus amigos del pueblo. Y a partir de ahí todo es un catastrófico despropósito. Termina, sales del cine corriendo y te olvidas de esta pasada. Bonito favor le han hecho presentándola en el Festival de Cine de San Sebastián.