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España España · Andalucía
Voto de Cromatico:
8
Terror Tres cuentos de terror con mujeres amenazadas por llamadas misteriosas, vampiros en las estepas rusas y sangrientas venganzas: "El teléfono": una mujer, que vive sola, comienza a recibir inquietantes llamadas. Al otro lado del teléfono, una voz masculina profiere amenazas de muerte y de deseo. Aunque, en principio, todo parece una broma... "Los Wurdalak": el viajero ha encontrado el cadáver de un hombre apuñalado. También una sombría ... [+]
3 de enero de 2016
3 de 4 usuarios han encontrado esta crítica útil
Es "Las tres caras del miedo" una demostración de como el cine europeo de terror nunca ha llegado a rozar los extremos de mal gusto propios del cine norteamericano que es en este género donde ha brillado menos ofreciendo films tan inaceptables y repulsivos como sobrevalorados. El cine europeo ha tratado el terror con un buen gusto considerable mientras que ya en los años 60 los americanos ofrecieron películas de terror con un mal gusto desbordante. Hay en "Las tres caras del miedo" un refinamiento notable en la dirección artística. En el primer episodio el carácter claustrofóbico de la situación da pie a que el espectador se sienta plenamente atrapado ante esas misteriosas llamadas telefónicas. Toda clase de recursos estéticos animan este episodio donde se saca el máximo partido de un espacio fílmico reducido. En el segundo contamos con las maravillosas creaciones de Boris Karloff y Mark Damon en un conjunto sugestivo con fotogramas de gran valor estético y el arte de los dos actores mentados brillando mucho. Este episodio asume la estética del mejor cine británico de terror de la época. El tercero lo protagoniza una anciana difunta cuya expresión es un gran ejemplo de como se puede inquietar y sugestionar de una forma sencilla pero contundente al espectador. La protagonista del episodio Jacqueline Pierreux intervino en algunas películas españolas en la década anterior y ofrece una sabrosa creación. Los tres episodios están al mismo nivel de calidad y además sus duraciones están muy bien calculadas por lo que no hay morosidades y si agilidad en la forma de contar las cosas. El magnífico Mario Bava volvió a sorprender en alguna coproducción con España de los 70.
Cromatico
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