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Voto de Luke_Cage:
8
Documental ¿Qué tendrá la Cannon para inspirar no uno, sino dos documentales? La respuesta es fácil: cinefilia sin complejos, descaro y dos grandes cerebros, Menahem Golam y Yoram Globus. Si The Go-Go Boys se centra en la tormentosa relación entre los dos primos, Electric Boogaloo analiza las demenciales estrategias publicitarias con que la productora sacudió los cimientos de Hollywood. (FILMAFFINITY)
20 de febrero de 2021
2 de 2 usuarios han encontrado esta crítica útil
En “Electric Boogaloo” nos encontramos un documental por momentos complaciente, por momentos desopilante y en todos los sentidos único, como el par de personajes que levantaron el imperio Cannon, productora referente mundial (muy a pesar de Hollywood) en los 80.

Menahem Golam y Yoram Globus, dos primos judíos que forman un tándem perfecto de caraduras, trasnochados y alocados trúhanes, se montan un chiringo con la muy defendible premisa básica de su amor por el cine. Y es cierto, además de productores insaciables, fueron directores y cinéfilos empedernidos, si bien tampoco deja de ser cierto que sus formas dejaron huella en el negocio y crearon escuela. En el film encontraremos cientos de anécdotas, opiniones hechas desde la inquina y chascarrillos varios sobre este par de personajes, que, para ponernos en situación, eran capaces de vender una película en alguno de los grandes festivales de cine solo por el cartel (sin tener preparado ni una versión preliminar del guion).

La marca de la casa en Cannon Films fue sin duda alguna, escenas de sexo, violencia (cuanto más, mejor), frases lapidarias, casposismo e incluso una visión caduca y rancia de la sociedad, con olor a naftalina.

Pero además recuperaron para la causa estrellas en franca decadencia, se aprovecharon de las rutilantes estrellas de acción del momento y crearon su propio arquetipo de héroe. Por aquí han pasado Charles Bronson, Chuck Norris, Sly Stallone, Van Damme, Michael Dudikoff, Richard Chamberlain…

Algunos de sus grandes éxitos y fracasos más sonados fueron: la saga “Yo soy la justicia” con un Charles Bronson aportando sus últimas gotas de mala leche a la gran pantalla, la saga “Desaparecido en Combate” con el gran Chuck haciendo las veces de un Rambo de marca blanca, el binomio de pelis de Tobe Hooper tan deliciosas como incomprendidas: “Life Force” & “La matanza de Texas 2”, “El guerrero americano” con su explotation de las pelis de karate importadas a escenarios occidentales, “Invasión USA” y “Delta Force” o un ejercicio único de fachismo y caspa sin control, “El tren del infierno” una excelente película de presos a la fuga con Jon Voight y Eric Roberts, la copia insulsa y ofensiva de Indiana Jones que fue “Las minas del Rey Salomon”, la muy taquillera “Cobra” y la desastrosa “Yo soy el Halcón” con el por entonces actor mejor pagado Stallone (25 millones de dólares de la época por echar pulsos, ahí es nada), las pelis que pusieron a Van Damme en el mapa “Contacto sangriento” y una de mis placeres culpables “Cyborg”… mucho y muy variado, ya en franca caída libre se marcaron 2 productos que terminaron de ponerle los clavos en su ataúd: “Masters del Universo”, o como cargarse una millonaria licencia de muñecos de acción y que avergüenza a día de hoy a Dolph Lundgren (y mira que tiene motivos por los que avergonzarse) y sobre todo “Superman 4”, cuyos efectos especiales estaban a la altura de cualquier producción de fin de carrera.

Documental imprescindible para todos aquellos que, como yo, somos carne de videoclub, adictos a la quincalla, hijos de la generación Cannon.
Luke_Cage
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