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Voto de McYebra:
6
26 de septiembre de 2013
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Un guionista sumido en una grave crisis creativa, Marty (Colin Farrell), intenta escribir una historia de amor y amistad sobre siete psicópatas y comprobará que no hay nada más inspirador que la vida real, sobre todo si su mejor amigo Billy (Sam Rockwell), cuya principal ocupación es secuestrar perros de gente adinerada para posteriormente devolvérselos y cobrar así la recompensa que éstos ofrecen, le roba la mascota a la persona equivocada: el jefe de la mafia local (Woody Harrelson), que desde ese momento convierte la recuperación de su perro y la muerte de los secuestradores en su máxima prioridad.
Con un argumento tan disparatado y a veces surrealista, la película comienza con las pilas bien cargadas, con un par de sorpresas y un ritmo endiablado para, más o menos a mitad de metraje, ir viniéndose abajo, empezar a desvariar más de la cuenta y terminar por perder todo, absolutamente todo el interés que había suscitado en el espectador.
Una pena, porque con un reparto que incluye a los ya mencionados Farrell, Rockwell, Harrelson más un Christopher Walken en un papel no menos importante que aquéllos, uno esperaba algo más de la historia. Pero no, lo que pudo ser una especie de Pulp Fiction (Quentin Tarantino – 1994), se queda simplemente en el intento.
Con un argumento tan disparatado y a veces surrealista, la película comienza con las pilas bien cargadas, con un par de sorpresas y un ritmo endiablado para, más o menos a mitad de metraje, ir viniéndose abajo, empezar a desvariar más de la cuenta y terminar por perder todo, absolutamente todo el interés que había suscitado en el espectador.
Una pena, porque con un reparto que incluye a los ya mencionados Farrell, Rockwell, Harrelson más un Christopher Walken en un papel no menos importante que aquéllos, uno esperaba algo más de la historia. Pero no, lo que pudo ser una especie de Pulp Fiction (Quentin Tarantino – 1994), se queda simplemente en el intento.