Francamente Mulan no se encuentra entre las películas más importantes de Disney. De hecho, es una de las más flojas que ha hecho la compañía por varias razones. Sin embargo, creo que nadie en su sano juicio puede decir que Mulan es aburrida, es más, todo lo contrario. Pese a sus deficiencias la historia que relata es buena porque esta enseña a hacer lo que sea necesario para proteger a tus seres queridos y esa idea es lo que más brilla a lo largo del visionado. Después de todo, el propio personaje de Mulan transmite ese mensaje tan valiente y ejemplar durante la mayor parte del tiempo. No es la típica princesa de cuento indefensa que necesita que la salven. En ese aspecto hay que aplaudir al estudio, ya que imagino que no resultaría nada sencillo llevar esta premisa a buen puerto cuando perfectamente se pudo apostar por otra mucho más segura. Mushu también ayuda a que la cinta sea más divertida al desplegar todo ese humor que nos hace reír cada 2 × 3. Alguna que otra banda sonora es mayúscula por su gran ritmo y concordancia con lo que se está viendo. Sus defectos no se los quita nadie y esto hay que tenerlo presente por muy bondadosos que podamos ser. El más evidente es ese amor que surge por arte de magia, no podría ser más forzado, pero bueno. Tampoco hay que quedarse siempre con lo negativo y mucho menos cuando ves cine.