No la veía desde hacía bastante, y como quería pasar un rato divertido y de paso sabía lo que iba a ver, pues no me lo pensé demasiado y decidí poner la primera parte de la saga de Transformers. La cinta lejos de tratarse de una maravilla, es un entretenimiento de 144 minutos que son pura adrenalina. Desde la primera escena el filme se vuelve un espectáculo de fuegos de artificio. Ya os podéis olvidar de un guion trabajado y de un profundo desarrollo de personajes. Aquí la idea se basa en los combates con explosiones, golpetazos y destrucción a escala estratosférica. Por eso mismo esta es una cinta para disfrutar sin mayores pretensiones, pero eso no es ni por asomo nada malo. Uno debe ser consciente de lo que va a ver y si no le gusta pues que no lo vea y ya está, será por pelis. La batalla final dura demasiado, lo que alarga mucho el clímax y por ende la duración total del metraje. Los robots realmente molan.