Esta cinta de 1995 fue producida por Steven Spielberg entre otros. Muestra desde un punto de vista infantil y "cómico" a los espectros que por lo general suelen aparecer en películas de terror paranormal. Este film les da una absoluta vuelta de tuerca a dichos personajes apoyándose en un tono muy familiar. Los 90 minutos de la cinta no desmerecen la pena gracias a una historia que por momentos apunta a ser un drama de los blandos. Los personajes de Casper y Kat están bien profundizados y consiguen caernos bien. Especialmente porque ambos esconden un pasado doloroso que está destinado a unirlos como amigos o incluso pareja. Los efectos me parecen muy eficientes. Christina Ricci actúa bien y tal vez su papel no le exija demasiado, pero aun así logra lo más importante, lo cual es que ella nos importe. Bill Pullman es el punto flaco de la narración porque básicamente su personaje no cuenta con todo el desarrollo que requiere. Por no mencionar lo ridículo que este llega a ser en determinadas secuencias. El caso es que apenas se nos presentan las motivaciones del hombre y llegados a un punto, se acerca más a un personaje de relleno que a un secundario aprovechable. Casper siempre despertará cierto encanto, pues transmite algunas que otras cosas que no pasan desapercibidas para los sentimientos y las emociones del espectador.