Una cinta -como puede esperarse- bien realizada en todo aspecto técnico pero también con el convencionalismo y parámetros típicos del cine de Spielberg, que tratándose de un tema histórico y un personaje tan mítico y encumbrado como Abraham Lincoln se torna aún más acartonado y tediosamente sujeto al rigor histórico y la estética clásica. La banda sonora, los movimientos de cámaras, los planos, los diálogos y escenarios no muestran una pizca de originalidad. La trama por momentos se enfrasca en temas poco claros para quien no tiene un conocimiento profundo de la historia y en general hay poca intensidad y el drama es muy forzado. Hay algunos buenos momentos actorales, concretamente los de Tommy Lee Jones y uno de Daniel Day-Lewis quien se ve algo plano en casi todo el metraje, la dirección no lo ayuda mucho ya que pocas veces se le enfoca para explotar sus expresiones. Dentro de todo, la historia se las ingenia para resultar interesante aunque cinematográficamente es prescindible.

Una película quizá de mucho valor documental y que podrá resultar emotiva para quienes el protagonista significa algo mayor que un personaje histórico más, pero quien solo busque un buen filme la encontrará a penas interesante y quizá aburrida.