Una película que desde el inicio se narra de forma superficial con un planteamiento muy básico y un guión algo pobre. Los personajes son tan poco profundos que rayan en la caricatura, aspecto que sumado a la ambientación y estética demasiado típica y algo artificial, se transmite poco realismo y todo resulta en un intento de estereotipo del género o algo así como un cómic gangsteril cincuentero. Algunos personajes son de relleno y hasta podría decirse que Michael Peña y Anthony Mackie fueron colocados solo para cubrir la cuota racial pues su aporte es mínimo. Al menos en general la trama entretiene a pesar de sus lugares comunes y su tendencia a querer siempre buscar la escena espectacular o el momento emocionante que no siempre son efectivos ya que la parte inicial tiene altibajos en intensidad, hacia la mitad levanta un poco y al final regresa de lleno al cliché además alargándose un poco y con un innecesario discurso de conclusión cursi y barato. En general pasa como película de acción pero deja mucho qué desear.