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Voto de Javicaysa:
2
4,6
14.870
Fantástico. Aventuras. Acción
Diez años después de los sucesos de "Furia de titanes", Perseo (Sam Worthington) está decidido a llevar una vida tranquila con su hijo Helio (John Bell). Sin embargo, los dioses, debilitados por la falta de fe de la humanidad, pierden el control sobre los Titanes, cuyo líder no es otro que Kronos, el padre de Zeus (Liam Neeson), Hades (Ralph Fiennes) y Poseidón (Danny Huston). Cuando Hades y Ares (Edgar Ramírez) llegan a un acuerdo con ... [+]
27 de marzo de 2012
103 de 131 usuarios han encontrado esta crítica útil
Hay dos sencillos modos de ver esta película:
1- Empezar a preguntarse si la mitología griega -y su espíritu- está conseguida: si los dioses siguen con su rico juego de ser inmortales y, a veces, infantiles, pero sabios y poderosos; y si los hombres, que padecen y mueren, hacen lo que pueden para caer con extrema dignidad trágica. Si seguimos este camino, querremos viajar a Londres (¡que encima la película es inglesa!); localizaremos a los guionistas, al productor, a los actores, y hasta al currito que calentaba los cafés, y los asesinaremos dolorosamente, uno por uno, sin remisión posible. Esperando que, en el Tártaro, padezcan, para siempre, suplicios iguales o peores que los de Sísifo, Tántalo y Prometeo juntos. Si los amantes de la mitología griega quieren echar espumarajos de rabia, les insto a leer el spoiler. Allí comprenderán las aberraciones que semejante mierda de película comete con cualquier cosa clásica que aquí pueda aparecer.
2- Olvidarse de Grecia, y pensar: "Bueno, vamos a ver la película como si fuera una de aventuras para pasar el rato". No sé si esta opción es casi peor. Porque al menos mientras uno se centra en la mitología, puede olvidarse de la trama de cartón piedra, de los personajes a cual más vacío, hueco y lelo; de las escenas de acción mil y una vez vistas; de la emoción nula; de actuaciones que a veces dan pena de lo patéticas que son (especial mención merece Helios, el hijo del protagonista: no se puede poseer un rostro que cada vez que gesticulas parezcas en medio de un ataque de diarrea. ¡Un poco de cásting, por favor!). De ver lo que ya hemos visto mil millones de veces: épica impostada, CGI para los monstruos, luchas al límite, hostias por doquier, y frases "profundas" de baratillo. Un 300 de clase Z (a alguien habrá que imitar).
En fin, para ahorrarles el tedio supremo a ustedes, y para evitar que malgasten 10 euros, o lo que toque (que hasta gratis perderán hora y media de sus vidas), en esta soberana castaña: escojan el camino que escojan, se van a encontrar ante una película verdaderamente infame, anodina, burda y olvidable en cuanto se pestañea.
(Ya sé que habrá, como de costumbre, quiénes le pongan un 8 y digan que "está muy bien para pasar el rato, yo no le pido más a una película": pues no hagan caso. Mentira. Esa gente sería capaz de "pasar el rato" hasta con Campamento Flipy. Hasta para "pasar el rato" hay niveles).
Vamos al Spoiler, que aún me quedan (pocas, la verdad) fuerzas...
1- Empezar a preguntarse si la mitología griega -y su espíritu- está conseguida: si los dioses siguen con su rico juego de ser inmortales y, a veces, infantiles, pero sabios y poderosos; y si los hombres, que padecen y mueren, hacen lo que pueden para caer con extrema dignidad trágica. Si seguimos este camino, querremos viajar a Londres (¡que encima la película es inglesa!); localizaremos a los guionistas, al productor, a los actores, y hasta al currito que calentaba los cafés, y los asesinaremos dolorosamente, uno por uno, sin remisión posible. Esperando que, en el Tártaro, padezcan, para siempre, suplicios iguales o peores que los de Sísifo, Tántalo y Prometeo juntos. Si los amantes de la mitología griega quieren echar espumarajos de rabia, les insto a leer el spoiler. Allí comprenderán las aberraciones que semejante mierda de película comete con cualquier cosa clásica que aquí pueda aparecer.
2- Olvidarse de Grecia, y pensar: "Bueno, vamos a ver la película como si fuera una de aventuras para pasar el rato". No sé si esta opción es casi peor. Porque al menos mientras uno se centra en la mitología, puede olvidarse de la trama de cartón piedra, de los personajes a cual más vacío, hueco y lelo; de las escenas de acción mil y una vez vistas; de la emoción nula; de actuaciones que a veces dan pena de lo patéticas que son (especial mención merece Helios, el hijo del protagonista: no se puede poseer un rostro que cada vez que gesticulas parezcas en medio de un ataque de diarrea. ¡Un poco de cásting, por favor!). De ver lo que ya hemos visto mil millones de veces: épica impostada, CGI para los monstruos, luchas al límite, hostias por doquier, y frases "profundas" de baratillo. Un 300 de clase Z (a alguien habrá que imitar).
En fin, para ahorrarles el tedio supremo a ustedes, y para evitar que malgasten 10 euros, o lo que toque (que hasta gratis perderán hora y media de sus vidas), en esta soberana castaña: escojan el camino que escojan, se van a encontrar ante una película verdaderamente infame, anodina, burda y olvidable en cuanto se pestañea.
(Ya sé que habrá, como de costumbre, quiénes le pongan un 8 y digan que "está muy bien para pasar el rato, yo no le pido más a una película": pues no hagan caso. Mentira. Esa gente sería capaz de "pasar el rato" hasta con Campamento Flipy. Hasta para "pasar el rato" hay niveles).
Vamos al Spoiler, que aún me quedan (pocas, la verdad) fuerzas...
SPOILER: El resto de la crítica puede desvelar partes de la trama.
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spoiler:
Los dioses se mueren. Como en Immortals. Porque sí. ¿Para qué seguir con el rico juego entre dioses y hombres que con tanta gracia, tragedia y riqueza lograron transmitir los mismos griegos? ¿Dónde estaría la emoción si Zeus es inmortal? Pues, hala, a matarlos se ha dicho.
La palman todos los dioses, menos Hades; que pierde los poderes (?). Sí, como si fuera Supermán. ¿Por qué? No se sabe (¡pero encima hasta lo agradece!). ¿Y adónde van los dioses cuando mueren? A la nada, lo dice Hades: porque sí. Encima son subnormales. Zeus parece una versión cachas de Jesucristo: toda la película lanzando mensajes de buen rollo, y perdonando a la peña. Cronos es un demonio de fuego del Señor de los Anillos, que echa lava, grita, dice nombres, y destroza cosas. Porque sí. Hades la lía parda porque se aburre, y al final se arrepiente sin despeinarse. A la mierda sus conflictos interiores. Ares parece una versión divina (que no inmortal) de un malo cutre de un capítulo de "Walker Texas Ranger". Hefesto tiene cierta vidilla por Bill Nigh, pero aún así da pena verlo: patético. El resto de las divinidades, supongo, la habrán palmado. Porque tocaba. Qué escabechina. A ver quién dirige ahora el Tártaro, o a qué se dedican las Parcas y los otros Titanes, si ya no tienen jefe.
Pero aparte de estas infamias, todo lo demás sigue dando pena. El protagonista es Steaven Seagal en Grecia. La reina Andrómeda pasaba por allí, y lucha y es rubia. Así es el modo más completo en que puedo describir la psicología honda de su personaje. Ágenor es un tipo que no hace nada en toda la película, pero que está retratado como simpático (el guionista sabrá por qué: en el cine no se reía ni Dios). Y los dioses... en fin. ¿He dicho que pelean y se pasan energía como hacían los guerreros de Dragon Ball?).
Ah, y todo es bastante cutre, pero en el mal sentido. Producción flipada y de cartón piedra. Sólo vemos pedruscos, un bosque, dos campamentos, y algo de mar digital. Con un par. Olé ahí la belleza natural del Egeo.
Un horror. Para sacarse los ojos, como Edipo.
La palman todos los dioses, menos Hades; que pierde los poderes (?). Sí, como si fuera Supermán. ¿Por qué? No se sabe (¡pero encima hasta lo agradece!). ¿Y adónde van los dioses cuando mueren? A la nada, lo dice Hades: porque sí. Encima son subnormales. Zeus parece una versión cachas de Jesucristo: toda la película lanzando mensajes de buen rollo, y perdonando a la peña. Cronos es un demonio de fuego del Señor de los Anillos, que echa lava, grita, dice nombres, y destroza cosas. Porque sí. Hades la lía parda porque se aburre, y al final se arrepiente sin despeinarse. A la mierda sus conflictos interiores. Ares parece una versión divina (que no inmortal) de un malo cutre de un capítulo de "Walker Texas Ranger". Hefesto tiene cierta vidilla por Bill Nigh, pero aún así da pena verlo: patético. El resto de las divinidades, supongo, la habrán palmado. Porque tocaba. Qué escabechina. A ver quién dirige ahora el Tártaro, o a qué se dedican las Parcas y los otros Titanes, si ya no tienen jefe.
Pero aparte de estas infamias, todo lo demás sigue dando pena. El protagonista es Steaven Seagal en Grecia. La reina Andrómeda pasaba por allí, y lucha y es rubia. Así es el modo más completo en que puedo describir la psicología honda de su personaje. Ágenor es un tipo que no hace nada en toda la película, pero que está retratado como simpático (el guionista sabrá por qué: en el cine no se reía ni Dios). Y los dioses... en fin. ¿He dicho que pelean y se pasan energía como hacían los guerreros de Dragon Ball?).
Ah, y todo es bastante cutre, pero en el mal sentido. Producción flipada y de cartón piedra. Sólo vemos pedruscos, un bosque, dos campamentos, y algo de mar digital. Con un par. Olé ahí la belleza natural del Egeo.
Un horror. Para sacarse los ojos, como Edipo.